miércoles, 29 de enero de 2014

I`ll Always Remember You - 2



Mi mamá esta como loca gritando allá abajo, no se que le pasa, estoy atrasada, mejor me meto a la ducha de una vez.

Demi: mamá estoy atrasada no alcanzo a comer

- comes y punto, tengo que llevar a la Miley igual así que tienes tiempo para comer
Demi: es necesario?

- sumamente necesario
Demi: Y que te pasaba que gritabas tanto?

- ay! Es que Miley pinto la pared del taller, después de tanto tiempo sin pintar, puedes creer que hizo una cosa maravillosa! Es que si pudiera sacar la pared y colgarla lo hago, mande a tu papá para que lo viera.
Demi no le estará poniendo mucho color, que pinto?

- A sus padres.

Alex: mentira que hizo a los tíos

-mi amor, anda a verlo, es que esta hecho tan colorido, los rostros son los mismos pero llenos de colores
Demi: y como los pinto si hace tanto que no pintaba

-debe haber pintado con el corazón, la teresa siempre lo hacia, parecía que se embriagaba en lo que hacia, ni siquiera te escuchaba cuando pintaba

Papá: Amor! La cámara donde esta?

- no se, para que la quieres?

Papá: para fotografiar el mural, ve a ver a Miley, esta llorando en el taller, parece que ni se dio cuenta lo que pinto.

- voy, cariño vienes o no?
Demi: no, te espero en el carro.

Pinto a sus papás, obviamente no esta bien, mi mamá le dijo hace tiempo que tenia que ir a un terapeuta, alguien que le ayudara a sacar todo, es tan porfiada que no hace caso. Me dan ganas de estar con ella, por lo menos se va a ir a mi lado hasta el liceo. Creo que hoy no la molestare, pobre de “el” o “la” que la moleste… y si hago las cosas bien de una vez por todas y ya dejo de ser la peor del mundo, tal vez aun puedo recuperarla, siempre esta la opción que solo me quiera como una amiga, puede que me baste con eso, no, ella me tiene que querer como mucho mas. Ahí viene, tiene sus ojos rojos, que ganas de abrazarla y si la saludo…
Demi: Hola Miley…
Miley: Hola.


+++

Solo a mi me pasan estas cosas, Sophia me tiro agua para despertarme, anoche me dormí súper tarde, habré dormido unas tres horas. Estoy atrasada, me baño, me visto y corro al primer piso, esta mi tía con la mamá de 
Demi en el taller, verdad que anoche me puse a pitar, seguro se ríen del garabato que hice.

Sera posible? A esto le llaman estar en shock… las dos me hablan pero no se si las escucho, o las escucho y me hago la sorda, es que como pinte eso? Cuando lo pinte mejor dicho, siento que estoy temblando, que es eso en mi cara? Estoy llorando, llego el tío, me esta abrazando… si tan solo fuese mi papá el que me abraza… y vuelvo a estar sola una vez mas, llego la tía ahora, el tío parece que esta sacando fotos… reacciona Miley! No puedo reaccionar, que mierda me pasa…

Miley: necesito ayuda (digo entre sollozos)
-
 Hijita hace cuanto tiempo que te digo lo mismo, pero mira lo que hiciste, es maravilloso

Miley: ni siquiera se como lo hice tía, anoche no se veía nada

- igual como lo hacia tu madre, inconscientemente

Miley: mi mamá, esa es la imagen que tengo de ella la ultima vez que la vi, tan feliz, tan jovial…

- tan llena de vida. Hijita, yo te puedo buscar ayuda, no un psicólogo, un terapeuta, alguien con quien converses y te desahogues, hace bien hablar con alguien que no es de la familia

Miley: gracias tía. Usted me va a llevar?

- si mi amor, pero séquese esas lagrimas primero que todo va a estar bien

Miley te quiero tía!

- yo también mi amor, mucho… como si fueses mi hija.

Siempre me dice lo mismo, es tan sincera cuando lo dice. 
Demi esta en el auto, no estoy de ánimos para ella hoy, en realidad me canse de ella y sus ofensas, hasta aquí llego con eso; me saludo? De verdad me saludo, que se traerá entre manos ahora, ahí viene Sophia, yo en medio de estas dos… no gracias

Miley: Tía me puedo ir adelante?

- Si mi amor, pásate adelante.

Algo dijo 
Demi cuando me estaba cambiando, no le entendí bien, en realidad no me importa lo que haya dicho, Sophia ya esta arriba, algo le dijo al oído a Demi  se ríen las dos, de seguro que se están burlando de mi, pero Demi la hizo callar, no se que se trae Demi.


Demi

Ni siquiera me miro cuando la salude, mas encima se va de mi lado y se sienta adelante, de que me sirve ser simpática si no me pesca.
Demi: si tan solo supieras…

Parece que me escucho, pensé demasiado en voz alta, me habrá escuchado? No creo, me hubiese dicho algo, ahí viene Sophia, dice que la huerfanita no se ha olvidado de sus papis, esta es idiota, la rete por tonta, encima se ríe la bruta, no ve que mi Mileyesta destrozada, me arrepiento tanto de habar sido como fui todo este tiempo, ojala que no sea muy tarde.

Llegamos al liceo, me gusta como se ve en uniforme, parece una niñita buena y le combina con su pelo rojo, le dio un abrazo a la “Emma”, esa estúpida estoy segura que quiere algo con ella, si a mi el ojo no me falla, yo se que esa es gay y como si fuera poco ahí viene Javier, su amigo con esperanza de ser algo mas, hace rato que los veo acaramelados, pero no pasa nada, parece que es todo el en esa relación… fue idea mía o Miley le dio un beso y que es esto que estoy sintiendo, porque tengo tantas ganas de matarlo, le dio un beso! Que se cree regalando besos, no estaba tan mal, que mierda y yo porque estoy tan desesperada.

Sophia: uy! Viste! Mi primita con el papacito de Javier, se las trae la mojigata

Phillip: papacito? Naa, ese no salva a nadie, pero tan inocente que se veía Miley, pero es mucha carne para ese hueón.

Sophia: la hubieses visto en la mañana como lloraba porque pint…
Demi: Sophia cállate!
Demi: y a ti que te pasa que la defiendes tanto

Lucie: porque lloraba la rarita?

Carol: oye déjenla tranquila, tiene derecho a hacer lo que quiera

Sophia: pinto a sus papis en la pared y se puso a llorar como loca en la mañana
Demi: Sophia, te dije que te callaras o no?
SophiaDemi, que te pasa! De cuando la defiendes tanto
Demi: cosa mía y ahora se callan todos o se atienen a las consecuencias

Phillip: ya escucharon, se callan las alcahuetas!

Y ahora están de la mano, me hierve la sangre… celos le llaman a esto?


Miley

Llegamos al liceo, Emma me esta esperando como siempre, se que siente algo mas por mi, pero no es reciproco, si sintiera aunque fuese algo mínimo, le daría una oportunidad. Se siente tan bien un abrazo de alguien cercano; el perfume de Javier lo siento de lejos, Javier es tan atento, me conquista todos los días y si hoy le digo que si, necesito dejar de pensar en mis papás, necesito distraerme, le digo que si y punto. Ese beso tuvo sabor a nada, ojala mejore con el tiempo.

Emma: que te paso flaquita, porque traes esos ojos tan rojos?

Javier: si bebe, que te paso?

Emma: bebe? Recién te dio el primer beso y ya es tu bebe?

Que risa, un hombre y una mujer paliando por mi, la Emma siempre tan atenta, siempre se da cuenta de los detalles y en realidad que patudo Javier tratándome de bebe.

Miley: ustedes están todos locos, por lo menos me hacen reír!

Emma: uy! No te vuelven a besar más…

Miley: ya no sean pesados, ya estamos en la hora de irnos a clases

Javier: adelántense, Miley, te traje algo

Miley: que cosa?

Javier: primero dime por que tenías los ojos así

Miley: por mis papás, parece que hice una pintura de ellos sin darme cuenta, siento que aun están presentes.

Javier: has pensado en buscar ayuda?

Miley: si, ya estoy en eso

Javier: que bueno… ya siéntate, escucha mi regalo…

Me trajo una canción, e “y como entenderlo, como aceptar que en mi recuerdo existes y en mi memoria… hay un vacio que no deja de insistir, no hay sentido, si no hay sentir… tu te fuiste y contigo un poco de mi… lejos yo te busco y no estas, pero yo te siento igual y como entenderlo como aceptar que en mi recuerdo existes y en mi memoria… yo entiendo que es muy tarde, tu ya estas lejos, construyendo en otro lugar que no puedo llegar, es tan allá ese lugar, me esperaras hasta llegar a ese lugar…”

Javier me seca las lágrimas, esta canción es perfecta, parece que me la escribieron a mí, ellos existen en mi memoria, pero debo seguir adelante antes que me arrastre con ellos.

Javier: te gusto?

Miley: mucho

Javier: cuando la escuche, pensé que esta canción era para ti

Miley: gracias Javi, de verdad

Javier: no fue nada.
Miley: te quiero

Javier: y entonces cuando me vas a decir que si
Miley: decir que si a que?

Javier: a ser mi novia
Miley: pídemelo

Javier: quieres ser mi novia?
Miley: si.




Demi

Ahora se sientan juntos, lo queme faltaba por ver, porque me hace esto… ni siquiera sabe que me afecta, como podría saber si nunca se lo he dicho, como podría saber si soy un ogro con ella!

Por fin termino la clase, me estaba quedando dormida, ahora no se si fue lo mejor que terminara la clase, Javier esta contándole a todos que el y 
Miley ya son novios, imbécil.

Demi: En la mañana llorabas y ahora ya estas de novia?


Miley

Javier esta tan feliz que se lo cuenta a todos, yo igual estoy contenta, bueno alegre? Algo así, hace rato no se lo que es la felicidad… me sumerjo en mis pensamientos mientras que todos me felicitan por estar con Javier; yo pienso que me hace feliz últimamente… las tonteras de yoyo, ese pequeño me hace feliz a ratos, verle la cara a mi primita Sophia cada vez que Phillip esta con Caro, si eso me hace feliz! Escuchar a 
Demi tocar el piano, escuchar a Demi hablar, ver a Demi, si… Demime hace feliz, cuando esta tratando de hacerme infeliz!

Como se atreve a decirme eso, ya estoy cansada de ella… definitivamente Demi me canso.
Miley: tú no puedes dejarme en paz un solo día?

Demi: que pasa 
Miley, te dañe la felicidad?
Miley: me canse de ti y tus estupideces Demi! Me canse!

Demi: y que vas a hacer…



Demi

Es idea mía o me pego… Donde estoy? Mi nariz me duele… y mi ojo… 
Miley me pego…

Enfermera: menudo golpe que te llevaste, esa niña tiene fuerza

Demi: que paso?

Enfermera: 
Miley te pego un golpe y quedaste inconsciente, pero estarás bien, cuando llegues a casa ponte mucho hielo y tomate estos calmantes.

Demi: y 
Miley?

Enfermera: no me digas que te preocupas por ella?

Demi: Creo que me merecía el golpe

Enfermera: ella esta en la Dirección, su tía vino por ella, tus padres están afuera, los llamo?

Demi: no ya salgo yo. Gracias.



Miley

Director: que pasaba por tu cabeza 
Miley  las cosas no se resuelven a golpes!

Tish:
 Discúlpela director, ella no ha estado bien

Director: pero mi estimada, es su hija a la que golpearon

Tish: y estoy segura que le dio motivos para hacerlo

Director: esta bien, pero no puedo tolerar esta conducta, estas suspendida por esta semana 
Miley.
Miley: y los exámenes?

Director: los darás cuando vuelvas

Sara (mama de Sophia): todavía te preocupas por los exámenes

Tish: Sara deja que yo arregle las cosas con las chicas, por favor.

Sara: esta bien, tu encárgate.

Quisiera que fuese mi mamá la que este aquí, defendiéndome como lo hace Tish, se comporta mas como una tía, que mi propia tía… Como estará Demi, me asuste tanto cuando la vi en el suelo, mientras que todos celebraban el golpe que le di, no se como la tome en brazos y la lleve a la enfermería, que vergüenza con sus papás, se han portado tan bien conmigo y yo les pago de esta forma… seguramente me castigaran, hace tanto que no estoy castigada, por lo menos no vendré al liceo por una semana, seguros que es un castigo?

I`ll Always Remember You - 1

Su Opinion es importante para mi, por favor comenten




La conocí antes de tener uso de razón, y quizás mucho antes de eso, nuestras madres eran amigas, Vivían la una frente a la otra. Su casa es enorme, yo le digo el castillo, la mía es un poco más pequeña, tampoco es enana, digamos que es una casona. Tras su casa estaba el bosque y en su patio un pino tan grande como un gigante, dicen que ese pino tiene un siglo de antigüedad y si lo escalas puedes ver los nombres grabados de las personas que se amaron en su época, yo una vez puse una escalera y pude ver el nombre de mi padre y mi madre tallados no muy arriba, casi me caí de la emoción, ella no me creyó hasta que subió y me hizo subir nuevamente un poco mas arriba, estaban los nombres de nuestras madres con el clásico “Amigas por siempre” abreviado; ese día tallamos los nuestros un poco mas abajo, donde alcanzábamos. Nuestras madres habían vivido en aquel lugar toda la vida, las dos conocieron a nuestros padres en una fonda para las fiestas patrias, ellos también eran amigos, se casaron el mismo día y quedaron embarazadas la misma noche de bodas, nueve meses mas tarde estábamos ella y yo en el mundo.

hasta los diez años mis recuerdos en aquel lugar eran preciosos, era como si fuésemos hermanas o primas, nuestras madres parecían hermanas en realidad, nuestro cumpleaños siempre se celebraron en una gran fiesta, era todo alegría, todo era maravilloso, hasta el cumpleaños numero diez, recuerdo que nos regalaron patines del mismo color entre muchas cosas, el castillo estaba lleno de globos, repleto de gente, toda la familia se reunió en nuestros cumpleaños, esa noche los cuatro salieron, nosotras nos quedamos en la casona con mis abuelos, salieron cuatro y solo volvieron dos, sus padres; iban en autos separados, mis padres se fueron adelante y los de ella mas atrás, solo ellos pudieron esquivar el camión que se había salido de su pista, para mis padres fue demasiado tarde.

De aquel año después de eso no tengo recuerdos, solo imágenes furtivas, mis tíos se hicieron cargo de mi, decidieron que lo mejor era quedarse en la casona, era mas grande y era mejor para mi no cambiar de ambiente. Dicen que un día le grite que porque no habían muerto sus padres en vez de los míos y desde ahí ya no volvimos a cruzar palabra; su mamá siempre me iba a ver, me dice hija hasta el día de hoy, me cuenta las hazañas que hacían con mi madre y siempre me pide perdón por no haberla retenido, “yo la amaba como a una hermana” me dice siempre, hace mucho que entendí que no fue su culpa, al principio la odiaba por que no había tomado ella el lugar de mi madre, pero luego ya mas grande preferí yo llevar aquel dolor en vez de ella, Demi así se llama y yo soy Miley.

Seis años han pasado desde aquel día, hoy es nuestro cumpleaños, yo voy al cementerio a ver a mis padres, les llevo flores, voy con su mamá y su papá, mis tíos como yo les digo, probablemente 
Demi este preparándose para ir a su fiesta, todos en el Liceo recibieron su invitación, todos menos yo y mis amigos, pero yo no tengo nada que celebrar hoy. Su papá me quiere mucho, me invitaron a cenar a su casa y que este tranquila por que Demi no estará, solo estará yoyo, su pequeño hijo, tiene cinco años y aun no puede decir roro por Rodrigo, lo bautizamos por yoyo, una vez escuche que mi mamá también estaba embarazada cuando… eso estaban celebrando aquel día la llegada de dos nuevos bebes, quizás también era hombrecito, lo hacían todo juntas, no cabe duda que era hombrecito.
Demi cambio mucho a través de los años, cuando puede me ataca, ya sea en el liceo o fuera de mi casa, me dice “Miley la huerfanita” juro que hay veces que la quiero odiar con todas mis fuerzas, pero lo que siento por ella es mas grande, aunque el dolor que siempre me causa lo supera todo, ella debía estar conmigo, acompañarme en mi dolor, sin embargo se alejo cada vez mas y todo empeora cuando voy a su casa, su mamá me dice que soy como su hija y eso hace que me odie con mas ganas. Una vez intente acercarme a ella, le dije que a pesar de todo lo que pasaba yo la seguiría queriendo como a una hermana, pero me grito que ella jamás seria mi hermana, que si alguna vez fuimos amigas habían sido tonteras de niñas chicas; yo se que me quiere, lo noto en sus ojos cada vez que la descubro mirándome en clases o en los recesos, ella cree que no me doy cuenta, pero siempre la descubro. Hoy necesito una amiga, no a cualquier amiga, la necesito a ella, son seis años desde que mis padres no están, tengo 16 años y aun no puedo superarlo, necesito uno de sus abrazos.

Mis tíos se han portado súper bien conmigo, mi prima no tanto, Sophia tiene mi edad por unos meses, ella y 
Demi son amigas, su hobbies diario es molestarme, lo peor es que me llevo esas molestias a casa, a veces me imagino ahorcándola como homero a Bart y en ese momento se me calman un poco los nervios. Mi pieza es la mas grande en la casa, es la pieza de mis padres, hoy saque toda la ropa que no había podido sacar y la done para la gente que no tiene, me costo tanto deshacerme de sus cosas, pero ya es tiempo de avanzar, la bata de mi madre, ahora es mi bata y las pantuflas de mi padre son las mías también. En lo económico nunca he tenido que preocuparme mi papá con el tío, el papá de Demi tienen una empresa de inversiones, al morir mi papá yo quede con el 50%, el tío maneja todas esas cuentas, me dice que tengo que estudia algo relacionado con eso para que me pueda hacer cargo de mi parte, como mi papá siempre quiso.

Me preparo para ir a cenar con los tíos, rosa se fue al mega evento de 
Demi  entro al castillo y yoyo se me tira a los brazos como un cachorrito, es tan rico con su pelito rubio y sus ojazos enormes, yo le digo que un día no me voy a aguantar y me lo voy a comer entero, “cómeme Miles” me dice… no puede decir Miley. Mi suerte no ha sido tan buena, Demi aun sigue aquí, el tío el obligo a darme un abrazo de cumpleaños, a las dos en realidad, este abrazo en silencio tan distante, pero lo siento tan sincero, si tan solo la pudiese tener así siempre, a veces me pregunto por que siento de esta forma por ella, será normal? Me gustaría saber que esta pensando ella, si tan solo pudiese meterme en su mente.

Notas
Mi papá por la cresta, porque me hace Abrazarla, me va a arrugar el vestido. Mi Miley, porque me cuesta tanto ser buena contigo si te quiero tanto... mejor la suelto antes que piense que el abrazo es con cariño, aunque lo es.

No tengo muchas ganas de ir a celebrar hoy, no tengo ni una gana en realidad, lo hago solo para molestarla, no se porque me esfuerzo tanto en hacerle la vida imposible, en realidad si se, desde que los tíos murieron no supe como comportarme con ella, si me hubiese pasado a mi me tiro con ellos a la tierra, es tan fuerte, no se como lo hace para seguir teniendo una sonrisa en la cara. Cuando me grito que mis padres deberían estar muertos en lugar de los suyos me dolió, pero por evitarle el sufrimiento a ella también lo desee muchas veces, yo se que esta mal, pero que puedo hacer. Aquel grito me dio el pie para alejarme de ella, tenia diez años, no sabia bien el porque de todo, luego pasaron los años y todo se volvió una enredadera, había creado el papel de una 
Demi odiosa, para todos mis amigos yo la odio, sin motivos, solo la odio cuando en realidad la amo, me costo tanto darme cuenta de eso, creo que fue a los catorce cuando vi a la rosa ponerse su bikini, sentí como un cosquilleo ahí abajo, era una sensación tan nueva, después me puse a pensar y a recordar, como de niñas no quería estar con nadie que no fuera Miley, ella siempre me defendía ante cualquier problema, creo que fue a los nueve que me dio un beso en la mejilla, aun cuando me acuerdo me pongo roja; entendí tantas cosas de mas grande, a pesar de que no era muy linda de niña, fue como la historia del patito feo, la enana pecosa se fue de apoco convirtiendo en la princesa que es ahora, mi princesa cisne. A veces la miro cuando no se da cuenta, es que es tan linda, mas de una vez quise acercarme a ella y arrancarle un beso de los labios, pero no puedo, me falta el valor, es que en que mundo podría aceptarme si he sido tan mala con ella y no se lo merece, pero pobre de la que le haga algo, varias han pagado secretamente por hacerla llorar, nadie le hace daño, bueno… si yo misma le hago daño a diario, pero cada vez que pretendo parar me mira con esa carita de niña buena y no puedo permitir que se de cuenta de mis verdaderos sentimientos. Mi cabeza es un enjambre de pensamientos absurdos.

Llegue al mega evento, las mismas caras de siempre, las mismas ridículas que me siguen, Sophia. Llego Lucie, mi pobre amiga es tan buena y su novio le pone los cuernos bien puestos con Sophia, hay veces que le quiero decir pero Phillip igual es mi amigo, le digo que la corte con Sophia pero no me hace caso.  Este cumpleaños ya me aburrió llevo dos horas aquí y ya es too much, quizás alcanzo a verla antes de que se vaya, ojala alcance, le dije al chofer que se apurara pero va súper lento. No alcance a llegar, pero se quedo en mi casa, esta durmiendo con el yoyo, parece que lo quiso hacer dormir y se quedo dormida ella primero, se ve tan linda durmiendo, es linda, es preciosa.

No tengo sueño, creo que bajare a terminar la composición que le hice, como si algún día se la fuese a tocar, no pienso tocar en el estudio, la tocare aquí mismo, ojala y se despierte para que escuche.

****

Y esa música? Se parece a la canción de la película Amelie, pero no es la misma, donde estoy? Yoyo? Me quede dormida parece. Esa debe ser Demi tocando, toca tan lindo y con tanta facilidad, mi papá le enseño a tocar el piano, yo nunca pude aprender, yo salí a mi mamá una artista con los pinceles, es que me encanta pintar, hace tanto tiempo que no lo hago, seis años para ser exacta, dicen que si hubiese seguido pintando ya lo habría hecho como Van Gogh, yo digo que exageran, pero esa música me da tantas ganas de pintar. Salgo de la casa y sigo escuchando cada nota, cada melodía, entro al taller, debe estar lleno de telas de arañas, hace tanto tiempo que no entro aquí; mis dibujos de niña, que básicos, me causan risa, las pinturas de mi madre, pintaba tan hermoso. Parece que las teclas fueran tocadas en mi cuerpo, las siento tan propias, como si las estuvieran tocando a mi lado. No hay lienzo, ni pinceles, pero hay una pared! Y si pinto con las manos… sin darme cuenta ya estoy pintando, parece que la melodía del piano guiara mis manos, no veo ni lo que estoy haciendo, solo alcanzo a ver por la luz de la luna, dejo de tocar, creo que es hora de irme a dormir. Ojala que mañana sea un buen día, ojala que no me moleste tanto 
Demi
  no hay un solo día que no me venga a dormir sin pensar en mis padres, les doy las buenas noches y a esperar que Morfeo me reciba en sus brazos.

sábado, 11 de enero de 2014

Save me - FIN



- ¿Estoy muerta? -

- No pero casi lo estuviste. Te lanzaste de la terraza del edificio Demi, debes dejar de hacer esas cosas -

- Y-yo estaba escalando -

- Escalando por las ventanas, si sigues comportándote así tendremos que encerrarte. ¿Quieres eso? -

- N-no -

- Entonces deja de estar haciendo tonterías -

- ¿Dónde estoy? -

Demi - resoplaba la castaña - estas en un hospital para enfermos mentales - dijo mientras acariciaba el cabello de Demi.

- ¿Qué hacemos aquí Miley? - Preguntó mientras tomaba su mano, nerviosa - v-vámonos - suplicaba.

- Otra vez no recuerdas nada - Y su rostro se entristeció - llevas 10 años aquí 
Demi.

- No es posible, Miley, vámonos ya - dijo levántandose de la cama, tomando a la chica pelirroja de la mano y saliendo de la habitación.

- No 
Demi  no - Miley se detuvo, tomandola con fuerza - tu tratamiento aun no termina.

- ¿Cuál tratamiento? Vámonos, estamos vivas, aprovechemos el tiempo que perdimos - decía muy ilusionada.

Miley no sabía como explicarle la situación.

- Vamos a sentarnos, te explicaré todo - y así lo hizo - Ingresaste aquí a los 15 años, eras una adolescente problemática, más de lo normal - pero 
Demi la interrumpió.

- No, tu y yo estábamos escalando y caímos - le explicaba desesperada - tu dijiste que me amabas - le decía mientras tomaba sus manos fuertemente - y yo también te amo, nunca lo he sentido, pero se que es así, así se siente - Miley contenía sus lágrimas.

- Soy tu enfermera 
Demi  cuido de ti desde que llegaste, no hemos escalado ni te he dicho que... - Miley no podía terminar aquella oración.

- ¿No me amas? - 
Demi soltó las manos de la castaña y daba pasos hacia atrás. Miley lentamente caminaba hacia ella.

- Eres mi paciente, debo cuidarte - decía triste.

Y eso era, la razón por la que 
Demi llegó a detestar a aquella castaña, sentía aquel rechazo común y su "debo cuidarte" de siempre. Se vió a si misma saltando de la azotea, desde la terraza de una casa, desde un árbol y la frase de Miley punzante en su cerebro "Mi debes es cuidarte", "Mi trabajo es cuidar de ti", "Tengo que asegurarme de que estés bien", pero no la amaba.
Demi analizaba la situación, aquellos recuerdos parecían reales, las heridas de los "deportes extremos" las tenía, cada cicatriz, pero si llevaba 10 años allí ¿Cómo pudo haberlos realizado?

- ¿Estás bien? - le preguntó Miley.

- S-si... No - 
Demi puso sus manos sobre su cabeza - debes responderme muchas preguntas - agregó sentandose al borde de la cama - 10 años - resopló - ¿estoy loca? - preguntó.

- Un poco, si - dijo riendo, mientras 
Demi permanecía seria - has tenido muchas alucinaciones, estuve a tu lado desde el inicio - le dijo - desde que cruzaste la puerta supe que debía cuidarte.

- Estoy loca - repitió 
Demi.

- Vives en un mundo que es tuyo y eso es maravilloso, solo detesto cuando te haces daño -

- ¿Qué paso la última vez? - preguntó 
Demi con su mirada perdida en la ventana.

- Escalaste la fachada del hospital a medianoche - dijo en un tono frío.

- ¿Sola? - con su mirada aun en la ventana.

- Al principio - le respondió Miley.

- ¿Por qué subiste conmigo? - esta vez la miró a los ojos.

- Tu me pediste que te acompañara - le dijo - te alteraste mucho porque me negué y dos compañeros vinieron a sedarte - agregó - a medianoche mientras hacía mi guardia te vi subir y fui a buscarte.

___

3 días antes.

- ¡
Demi baja de una vez! -

- ¡
Demi! -
Demi no estaba consciente de aquella locura. Miley subía, desesperada.

Demi por favor, detente - la luna iluminaba las lágrimas de aquella castaña - te amo - aquellas palabras hicieron efecto en la chica de arriba, haciendo que cayera sobre la grama, llevando a Miley también.

___

- No despertaste hasta ahora - dijo Miley - tres días insconsciente - agregó - dormilona -

- Tu cabello es castaño - dijo 
Demi, y Miley sonrió, recordando el primer día.

___

10 años antes.

- Vendrá una nueva paciente a las 12, necesito que la atiendas - le decía el director del hospital a la nueva enfermera, mientras le entregaba unas planillas y un expediente y ella solo asentía.

Minutos después las puertas del viejo hospital se abrieron de par en par dejando ver la silueta de una joven con la mirada perdida. Miley caminó directo hacia los padres que acompañaban a la chica.

- Buenas tardes, ustedes deben ser el sr. y sra. Ziani - dijo mirando las planillas que hace un momento el director le había entregado - y esta joven debe ser 
Demi - agregó mirando a la muchacha con dulzura.

- Tu cabello - soltó aquella chica, mirando con los ojos brillosos a Miley.

- Así es - dijo mientras reía.
Demi levantó su mano, pidiendo permiso con la mirada para tocar el cabello de Miley y ésta asintió. Mientras la chica jugaba con el cabello de la enfermera, ésta revisaba el expediente. Enfermedad: esquizofrenia.

___

- ¿Quieres ir a dar una vuelta por el jardin? - preguntó Miley notando como la mirada de 
Demi empezaba a perderse - te hará bien.
Demi pestañeó varias veces, mirando a su alrededor - claro - respondió.

Salieron de la habitación a un pasillo lleno de puertas, al salir entraron a una enorme sala, con grandes ventanales y muchas personas que iban y venían. 
Demi se aferró al brazo de su enfermera.

- Tranquila - le dijo a 
Demi.

- ¡HOLA DEMI! - un hombre rubio, musculoso de un salto se paró frente a 
Demi e Miley - soy un avión - y se alejó agitando los brazos, imitando a un avión. Demi asustada se quedó aferrada del brazo de Miley, tapando parte de su rostro detrás del hombro izquierdo de la pelirroja.

Muchos enfermeros cuidaban de dos o tres pacientes cada uno, otros miraban desde lejos que todo estuviera en orden.

- ¡Rodrigo, deja de halarle el cabello a Lu! - decía Miley mientras caminaba hacia la salida y el señor con actitud infantil se alejó frunciendo su ceño hacia una de las ventanas a la vez que cruzaba los brazos como un niño pequeño.

Al salir al jardin, estaba la fuente y los banquitos alrededor. Las chicas se sentaron, mirando el paisaje.

- ¿No eres mi novia? - preguntó 
Demi subiendo sus piernas al banco, abrazando sus rodillas.

- No 
Demi  soy tu enfermera - le respondió Miley mirando como Demi bajaba su mirada al suelo, triste.

- ¿ Y quieres ser mi novia? - le preguntó aun con la mirada en el suelo.

- No puedo ser tu novia - le dijo.

- No puedes, pero ¿quieres? - le volvió a preguntar - ¿Es porque estoy loca? - añadió - ¿No me amas porque estoy loca?

Miley tomó sus manos - Eres la chica mas dulce y sincera que he conocido - le dijo - pero, ser tu novia significa brindarte muchas cosas que aquí no puedo, me despedirían y entonces ya no estaría cerca de ti.

- ¿Qué cosas? ¿Qué hacen los novios? - preguntó 
Demi, curiosa.

Miley sonrió.

- ¿Me rechazarás de nuevo? - volvió a preguntar.

Demi - suspiró - esto es muy difícil para mi, nuestra situación no es la mejor - añadió - promete que no harás más tonterías.

- Contigo... - empezó a confesar - siento esto tranquilo - señalando su pecho - y esto - señalando su frente - siente paz.

Miley suspiró.

- Estoy notando que mi cabeza esta mal - dijo - tu estas aquí conmigo ¿esto si es real? - preguntó.

- Si - respondió analizando a la chica - ¿Estás consciente de lo que pasa? - preguntó confundida.

- Por supuesto - le respondió - me gustas y no podemos estar juntas porque se supone que estoy enferma.

- Pues eso es un gran avance - dijo alegre - en un rato te llevaré con el doctor y si continuas así, podrás salir pronto.

- ¿Vendrás conmigo? - le preguntó 
Demi.

- Por supuesto - respondió sonriendole.

- ¿Y seremos novias? -

- Lo pensaré - le respondió Miley mientras le guiñaba el ojo, a lo que 
Demi respondió con un leve sonrojo en su rostro - vamos - dijo ofreciendole su mano.

Cruzaron el jardin tomadas de la mano, directo al consultorio. Miley llamó a la puerta y con el permiso de un "adelante" que venía de la habitación, entraron.

- Señorita Miley ¿A qué debo su visita? - preguntó el amable doctor, con la típica bata blanca, que la miraba por encima de las gafas.

- He notado ciertas mejoras en mi paciente - le respondió Miley.

- A ver, 
Demi Ziani - leyó de un expediente - esquizofrenia - levantó la mirada hacia Demi - no pareciera - agregó mirando a Miley - ¿Ha tenido alguna alucinación últimamente?.

- Hace tres días, escaló la entrada del hospital, decía que escalaba una montaña -

- Cierto, lo recuerdo - dijo volviendo su mirada a 
Demi - ¿Cómo te has sentido? - le preguntó.

- Adolorida - dijo riendo - prometí no hacer mas tonterías - mientras miraba a Miley.

- Eso me parece muy bien. Ahora, te haré unas pruebas, Miley espera afuera por favor - dijo el doctor mientras se levantaba de la silla y caminaba hacia un estante.

- No te vayas - suplicó 
Demi mientras veia levantarse a Miley.

- Solo será un momento 
Demi  estaré sentada afuera, no me iré sin ti - dijo dandole un tierno beso en la frente y acariciando su mejilla.
Demi se notaba nerviosa, no le gustaba estar lejos de ella, pero pensó en la frase de su Miley "solo sería un momento".

IMiley se sentó en una sala de espera improvisada que estaba fuera del consultorio, cruzó sus piernas mientras miraba pasar la tarde. La única razón que la mantenía en ese lugar eran sus pacientes y con eso me refiero a su única paciente. Había estado con 
Demi desde el primer día y no había aceptado a nadie más, debido a los constantes problemas con ella, necesitaba atención especial e Miley era la única que se llevaba bien con ella y a quien Demi adoraba con el alma, solo obedecía a lo que Miley decía y cuando no estaba la chica, Demi cometía alguna locura. ¿Qué pasaría luego? ¿Se quedaría toda la vida al lado de ella en ese hospital? Un ruido que provenía del consultorio la sacó de sus pensamientos. Miley entró rápido y vió las sillas tiradas, el escritorio donde hace un momento el doctor estaba, se encontraba patas arriba.

- ¡
Demi! - gritó Miley. Demi se encontraba en una esquina golpeando la pared con fuerza.

- Buscaré los sedantes - jadeaba el doctor revisando una gaveta.

- No hace falta - decía Miley mientras tomaba a 
Demi de los hombros - hey hey, mirame, estoy aquí, Demi .. mirame - la sostenía de su cara con fuerza para que no se moviera mientras le hablaba. Demi con la mirada perdida y la respiración agitada, poco a poco iba calmandose.

Demi - le decía al oído mientras la abrazaba - vuelve, regresa conmigo - le susurraba - no voy a dejarte más, te lo prometo - sintió los brazos de la chica apretar su espalda - vuelve, vuelve.

- Perdóname - le dijo 
Demi mientras empezaba a llorar - lo hice otra vez - sollozaba al darse cuenta del desastre que había dejado.

- No es tu culpa 
Demi, no es tu culpa lo que te está pasando - le decía.

- ¿Cómo es posible? - preguntaba el doctor.

- Años de práctica - le respondió Miley - debo llevarmela, lamento mucho el desorden - y salió rápidamente de aquella habitación con 
Demi aferrada a ella.

- ¿A dónde vamos? - preguntó 
Demi al notar que pasaban el jardin y se alejaban del hospital.

- Te llevaré a un sitio que va a gustarte - le respondió Miley.

Caminaron entre árboles dispersos que se iban juntando cada vez más. llegaron a un lago que hacia de frontera hacia un bosque.

- Quiero decirte algo - dijo Miley rompiendo el silencio - tu enfermedad nunca ha sido impedimento... - se detuvo un momento tomando aire - para lo que ha nacido en mi corazón por ti, durante estos años - 
Demi miraba el lago y al escuchar las palabras de Miley, giró a verla - justo ahora no podemos ser lo que queremos - tomó las manos de Demi entre las suyas - pero te prometo esperar el tiempo que sea necesario - besó sus manos muy suavemente, sin dejar de mirar a Demi - saldremos juntas de aquí.

- Tu podrías ser la cura de mi enfermedad - dijo 
Demi sonriendo - y ya no quiero estar aquí - dijo acercandose al oído de Miley - podría estar aquí - señalando su pecho.

- Eres una dulzura - dijo Miley abrazandola - no entiendo como pude guardarme todo esto tanto tiempo - estuvieron un rato abrazadas, hasta que el sol empezó a ocultarse - es hora de volver.

Al llegar al pasillo del hospital donde estaba la habitación de 
Demi  se encontraron con el director.

- Me gustaría que cuando dejaras a la señorita Ziani en su habitación, pasaras a mi oficina, por favor - dijo aquel hombre, siguiendo su camino, sin dejar que Miley respondiera.

- No tardes - dijo 
Demi al cruzar la puerta.

- Pasaré a despedirme, no te preocupes - dijo Miley sonriendole.

- ¿No dormirás aquí? -

- No puedo hacer eso 
Demi -

- ¿Podrías quedarte hasta que me duerma? -

- Claro, ya regreso - dijo dándole un beso en la frente y saliendo.

Caminó por el pasillo, hacia la sala, cruzando hacia otro pasillo donde solo se encontraba la oficina del director. Llamó a la puerta y pasó.

- ¿Cómo está 
Demi? - preguntó el director.

- Ha mejorado muchisimo, los ataques han disminuido y suele estar consciente la mayor parte del día - respondió Miley emocionada.

- Me comentaron del accidente con el doctor - dijo revisando unos papeles.

- Se alteró porque no estaba a su lado - le dijo.

- Tu cercanía con la paciente está sobrepasando los límites, lo sabes - le dijo el hombre, mirando por encima de las gafas.

- La ayudo lo más que puedo, señor -

- Y eso está muy bien... - el director dejó los papeles sobre el escritorio y se recostó en la silla, quitandose las gafas - necesitamos que la señorita Ziani se vaya, lleva mucho tiempo aquí y ha ocasionado más problemas de los necesarios - decía mientras se frotaba los ojos - he accedido a hacerle una terapia de electro choque mañana temprano.

- ¡NO! - Miley se levantó de la silla enojada.

- No podemos tenerla aquí -

- En ese caso, se quedará conmigo, no permitiré que la dejen como un vegetal -

- La orden está firmada - dijo - retírate y ni se te ocurra hacer alguna locura o podría costarte tu trabajo aquí.

Las palabras estaban dichas, Miley no dijo nada más, sabía exactamente lo que tenía que hacer. Salió caminando de aquella oficina y al cruzar el final del pasillo, empezó a correr hacia donde estaba 
Demi.  Al llegar a la puerta de la habitación, se detuvo e intentó calmar su respiración.

- ¿Sigues despierta? - preguntó al entrar.

- Sí - respondió sonriendo mientras entrecruzaba sus piernas sentada sobre la cama.

- Necesito que prestes atención a lo que voy a decirte ¿esta bien? - decía con dulzura la pelirroja, mientras 
Demi asentía - mañana muy temprano debes estar despierta, prepara tus cosas, vendré cuando el sol esté saliendo ¿de acuerdo? - le explicaba.

- ¿A dónde iremos? - preguntaba 
Demi.

- Es una sorpresa - le respondió Miley arreglando un mechón de su cabello detrás de su oreja.
Demi se quedó dormida en los brazos de Miley, quien no dejaba de pensar en su plan para llevarsela lejos de allí. Con mucho cuidado a medianoche se levantó y se dirigió a la sala donde se quedaban los enfermeros de guardia. Habló con dos de ellos, con quienes tenía mucha confianza, les comentó su plan.

- Sí que te gusta esa chica - decía un fortachón - te ayudaré, así me cueste el trabajo.

- Igual yo - decía otro enfermero - mañana será nuestra renuncia - agregó, riendose los tres.

Esa noche no durmieron ninguno de los tres, consiguieron las llaves de una camioneta del hospital y prepararon su ruta de escape. Además de 
Demi  sacarían a dos pacientes más, familiares de los amigos de Miley.

- No puedo creer lo nefasto que es el director - decía uno - aplicarles electro choque a los pacientes, aunque creo que no sería la primera vez - añadió - creo que también han hecho lobotomías.

- Es una locura - decía el fortachón - al salir deberíamos denunciarlo.

- Estoy de acuerdo - agregó Miley - ¿Qué fue eso? - el ruido de unos pasos hizo que los tres se pusieran alertas.

Se asomaron a la puerta, viendo a tres hombres vestidos de blanco, seguidos del director, se dirigían al pasillo donde estaban los pacientes.

- No puede ser, ya van a buscarla - susurraba Miley - debemos apurarnos.

Salieron corriendo detrás de los tres hombres, el director ya no estaba. Vieron como sacaban a 
Demi aun somnolienta y la acostaban en una camilla.

- Tendremos que usar la fuerza bruta - dijo el enfermero fortachón, seguido de las miradas sorprendidas de Miley y el otro chico. Lo vieron correr directo a uno de ellos, dándole con el codo en la nuca, dejándolo desmayado. Tras aquella escena los otros dos hombres se fueron encima del enfermero, el otro enfermero corrió como un rayo en su ayuda. En menos de 5 minutos, los tres hombres estaban en el suelo, Miley tomó la camilla y la llevó al estacionamiento lo más sigilosa que pudo.

- Saldremos de aquí pronto -
Demi aun seguía somnolienta, la sentó en el asiento de adelante y le abrochó el cinturón de seguridad, seguido de un beso en la mitad de su boca. Cuando se disponía a buscar a sus compañeros notó que ya estos venían corriendo hacia la camioneta.

- ¡Rápido, llamaron a la policia, enciende la camioneta! - Gritaban entre carcajadas, con una paciente en el hombro cada uno. Miley reía nerviosa y entró en el auto. Se subieron todos y arrancaron. Salieron escuchando las sirenas de la polícia acercarse.

- Es nuestro fin - dijo uno.

- Me tomé la libertad de conseguir los papeles del electro choque y efectivamente, habían alrededor de 50 y un montón de ordenes para lobotomías, las dejé a disposición de cualquiera que se acercara a la escena del crimen - dijo sonriendo Miley - no nos buscarán cuando sepan la razón por la que huimos.

Miley sintió una presión en su mano derecha y notó una mano apretando la suya, 
Demi se encontraba mirandola con su cabeza recostada del asiento y sonriendo - ¿Ahora si somos novias? - preguntó.

- Ahora si somos novias - le respondió Miley devolviendole la sonrisa - y libres.

- Ya no más renegadas - añadió 
Demi, volviendo su mirada a la carretera - ya no más.

Fin.

Save me - 2



Sentía nauseas, sudaba, al parecer todo a mi alrededor daba vueltas y esos murmullos que molestaban.

- ¡Cúbranse!

- ¿Qué hago aquí?

- ¡Ya callense, hay personas que recién llegan!

- Yo no debo estar aquí, debo llamar a mi abogado.

No tenía idea de donde me encontraba, lentamente abrí mis ojos. Estaba acostada en algo muy suave, el techo de aquel lugar parecía antiguo, como el de las iglesias. A mis pies, sentada en un lado, estaba Miley, con sus manos juntas entre sus rodillas, mirando alrededor. A mi derecha, había una hilera de camas individuales ocupadas, a mi izquierda, lo mismo.

Me senté en la cama y Miley notó el movimiento y al girar su rostro, pude observar una enorme herida que iba desde la sien del lado derecho hasta su barbilla, sangraba aún. Me levanté rápidamente y me coloqué de rodillas cerca de ella, sobre la cama.

- ¡¿Cómo te has hecho eso?! - le preguntaba, alterada, mientras ponía mis manos en su rostro.

- No lo sé - las lágrimas rodaban por sus mejillas.

- ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estamos? - preguntaba mirando el lugar repleto de personas.

- No lo sé - decía limpiandose las lágrimas - creo que hemos muerto.

Me levanté de la cama, traía una bata blanca, que llegaba a mis rodillas, las cuales estaban cubiertas de sangre.

- Debemos buscar ayuda - le dije a Miley.

- Ya lo intenté, dicen que no hace falta, que pronto nos iremos - su voz temblaba - tengo mucho miedo Demi.

El sentimiento de ternura que esa chica me provocaba, lo detestaba, pero no podía seguir con esa relación amor-odio en mi alma.

En aquel sitio se encontraban todo tipo de personas. Miley y yo decidimos caminar por aquel lugar. Los enormes ventanales que proveían la luz, no tenían cristales, por lo que alcanzaba a llegar una agradable brisa. Miley me tomaba de la mano muy fuerte.

Llegamos a un enorme pasillo, de donde venían muchisimas personas heridas gravemente, otras sin un rasguño. Militares, enfermeros, ancianos, niños, jóvenes. Al fondo de aquel pasillo, se encontraba una pared y lo que vimos nos aterró. Las personas salían de allí, vimos a cinco niños salir tomados de las manos, sus pieles se veía de un color morado pálido y estaban mojados. Ahogados. Miley y yo nos salimos del paso, recostandonos de una pared, viendo todo aquello. Pasamos uno de los ventanales, saltando al jardín, donde se encontraban más personas.

- Bienvenidas - un hombre alto, de cabello rubio alborotado, musculoso y barbudo nos impedía el paso - por sus caras y porque es algo obvio, deben tener muchas preguntas que hacer.

Miley se aferraba a mi brazo y yo miraba fijamente a aquel hombre.

- Bien - con su dedo índice tocó el lado izquierdo de mi pecho, donde esta mi corazón, luego hizo lo mismo con Miley - renegadas - dijo - siganme.

Llegamos a una fuente, nos sentamos en un banco. Miraba todo a mi alrededor, lucía como un sitio normal, a excepción de las personas que transitaban por allí.

- Primero, no estan muertas. Segundo, según pude sentir - dijo subiendo su dedo índice - son renegadas, han abandonado toda creencia. Afortunadamente, en los últimos años, esto se volvió muy común.

- ¿Qué es este sitio? - preguntó Miley.

- Estan en transición - respondió - justo ahora, estan agonizando en la tierra.

- ¿Estamos muriendo?

- Así es.

- ¿Estaremos aquí sin hacer nada mientras agonizamos? - me levanté, alterada.

Demi - Ahí estaba otra vez ella, tranquilizandome.

Aquel hombre nos miraba curioso, intentando comprender algo - alguien decidirá si viven o no - nos dijo - ustedes, deberán conseguir algo, entender algo, no lo sé. Suerte. - y se alejaba entre la multitud - El club de los renegados esta hacia allá - y señaló una sala circular, igual a donde habíamos aparecido.

- Esto es una locura - le decía a Miley - ¿Vamos hacia allá?

- ¡No quiero estar aquí! - ahora ella era la alterada.

- Saldremos de esto, no vamos a morir - la agarraba de los hombros con fuerza - ahora cálmate.

- Por favor 
Demi ¡sé realista! no vamos a salir de aquí - Miley me empujaba y golpeaba mis hombros con fuerza, mientras caía al suelo sobre sus rodillas.

- ¡Ya basta! ¡No seas cobarde! levantate ya - la tomé del brazo y caminamos hasta el susodicho club.

La enorme sala solo era compartida por unas 15 personas, al parecer no éramos muchos los renegados.

- Esto parece un manicomio - me susurraba Miley.

Las personas que allí se encontraban, vestían de blanco y la mayoría tenían las miradas perdidas.

- ¿Se les ofrece algo? - una mujer que se notaba que llevaba mucho tiempo allí nos recibió.

- Al parecer - le dije - somos renegadas - al decir esto, la mujer inmediatamente, colocó su índice en mi pecho y en el de Miley.

- Vaya - nos dijo - no lo serán por mucho tiempo.

- ¿Qué quiere decir con eso? - le preguntó Miley.

- Sus corazones se vuelven cálidos - nos respondió - ¿Cómo llegaron aquí?

Miley y yo nos miramos, intentando recordar.

- Caimos de una montaña - le dije.

- Deben estar en una clínica - nos dijo mientras tocaba nuestras batas - de no ser así, tendrían otra ropa - ¿Cuál de las dos es la amargada? - su pregunta me sorprendió, pero más me sorprendió ver que Miley me señalaba.

- Ven conmigo - me hizo una seña para que la siguiera y así lo hice. Me llevó a uno de los ventanales del fondo, hizo que me sentara en el borde y ella hizo lo mismo.

- Eres una buena chica 
Demi -

- ¿Cómo sabes mi nombre? -

- Tengo 150 años aquí. Fallecí hace mucho y el castigo de los renegados que mueren es ayudar a otros iguales. La diferencia es que, yo nací sin creencias, sin embargo, tú las perdiste con el paso de los años e hiciste que esa chica las perdiera también.

- ¿De que rayos hablas? apenas la conozco.

- Ella te conoce desde hace tiempo, estuvo contigo siempre. No puedo creer que nunca la hayas notado.

- ¿Miley siempre ha estado conmigo? - busqué con la mirada a la chica y la vi parada justo donde la había dejado, con sus manos juntas y mirando todo a su alrededor.

- Nueva Guinea, Alemania, Alaska, puedo seguir - dijo al notar mi cara de sorpresa.

- No-no tenía idea -

- Si tu lo permites, ella cambiará tu vida - no podía decir nada - la amas.

- ¿Qué? No quiero amarla - estaba empezando a enojarme.

- No quieres, pero ya la amas.

Me levanté, dejando a aquella mujer sola y me dirigí a la salida. Miley intentó detenerme y de un empujón la hice a un lado y salí de allí.

- ¡¿Qué es lo que te pasa?! - el hombre barbudo volvía a interponerse en mi camino - ¡¿Eres ciega o que?! - me gritaba y yo encogida de hombros, lloraba de miedo. - ¡Voy a encargarme de que te quedes toda la eternidad! - Lo único que pude hacer fue correr lejos de él.

_______________________________________________________________________

He estado enamorada de ella desde hace 10 años, el día más feliz de mi vida fue cuando supe su nombre, 
Demi.

Yo escapaba de un pasado tormentoso y doloroso. Su mirada achocolatada me cambió la vida, aunque la mirada no fuera mía, aunque ni siquiera sospechara de mi existencia. La miraba cada vez que podía, desde lejos. Se notaba fuerte, segura, decidida, cada actividad que realizábamos la hacía sin haber pensado tan solo un segundo en arrepentirse. Sonreía antes de iniciar y sonreía aun más al terminar.

El día que me miró, lo recuerdo perfectamente, estábamos en Francia y ella al fin estaba notando mi presencia. Sin embargo, ni siquiera me sonrió, solo me miraba atentamente. Pensé que sería distinto cuando el guía me nombró su compañera y sí que fue distinto, me ignoraba de tal manera que sentía romperse mi corazón con cada amarga palabra que salían de sus labios hacia mi. Pude haber estado toda una vida a su lado de esa manera.

- Esto será más difícil de lo que creí - me decía aquella señora.

- Ella nunca se fijará en mi - el dolor en mi pecho se hacía cada vez más insoportable, más punzante y sentía morir.

- Al contrario, ella nunca admitirá el amor que siente por ti -

- ¿Amor? -

- Esa chica está locamente enamorada de ti. No entiendo por qué actúa de esa manera -

- No es posible - Salí corriendo detrás de ella.

Pude verla, a lo lejos, recostada en un árbol.

- Levántate - le ordené. Ella parecía haber estado llorando.

- ¿Que quieres? - preguntó encarandome.

- Eres una idiota ¿sabías eso? - le dije enojada.

- Si viniste a insultarme, puedes irte por donde viniste - esta vez sus palabras no me hacían daño.

- Eres un ser detestable 
Demi - sus ojos amenazaban con llorar.

- ¡Te odio! preferiría estar mil veces sola en este lugar que a tu lado - la coraza en mi corazón actuaba bien.

- ¡Yo te odio mas! - le grité.

Nos mirábamos con ansias de asesinarnos y terminar todo de una vez, sin embargo... la tomé del rostro y la besé. La besé con las ganas acumuladas durante 10 años, la besé sacando todo el rencor que me habían producido sus palabras. Irónicamente ella respondía a cada movimiento.

- Te odio - me dijo llorando y abrazándose a mi.

- Sabes que no es así 
Demi - se aferraba cada vez más a mi.

- Perdóname - me dijo al oído - por favor.

En aquel lugar donde la mayoría estaba destinada a morir, yo había vuelto a la vida, con un sencillo beso, uno que se extendió durante mucho tiempo.

- Las chicas renegadas se han enamorado - decía una señora sentada cerca de la fuente.

- Siguen siendo unas renegadas - le respondía un señor a su lado.

- Tal vez salgan pronto de aquí, los enamorados no duran mucho -

- ¿De verdad? - preguntaba el señor mirando a la señora.

- Sí - y ambos sonrieron.

Luego de ese maravilloso día, Miley y 
Demi eran inseparables. Normalmente se la pasaban en el muro de entrada de los que agonizaban fuera de un hospital, aquellos que sufrían graves accidentes en sitios donde era casi imposible hallarlos. Ayudaban a los recién llegados, respondiendo sus preguntas y explicándoles el por qué se encontraban allí.

Luego de una mañana muy movida, las chicas se dirigieron al árbol de su primer beso.

- ¿Qué haremos 
Demi?  - Suspiraba Miley - ¿Qué haremos cuando nos toque irnos? - Miley miraba a Demi,  quien tenía su mirada perdida entre los árboles.

- ¿Crees que nos acordemos de esto? - preguntaba sin dejar de mirar al infinito.

- Es casi imposible eso - le respondía Miley.

- ¿Puedo dormir sobre tus piernas? - la mirada tierna de 
Demi se posó sobre los ojos claros de Miley.

- Por supuesto, ven - se acomodó para que 
Demi se recostara y descansara.

Miley acariciaba suavemente el cabello de 
Demi  mientras ella, poco a poco iba quedandose dormida.

- Han estado en coma desde hace 10 meses, no han presentado mejoras, no hay familiares, las desconectaremos por la mañana -
Demi despertó sobresaltada en los brazos de Miley.

Demi, Demi - le decía Miley - ha sido una pesadilla, calma.

- N-no - decía 
Demi mientras intentaba normalizar su respiración - van a desconectarnos - y ponía sus manos sobre el rostro de Miley.

- ¿Qué? ¿van a dejarnos morir? - decía esto mientras se levantaba.
Demi se levantó con ella y ambas se abrazaron.

- Debemos hacer algo - dijo finalmente Miley. 
Demi asintió y corrieron hasta el salón de los renegados.

Llegaron en busca de la señora de blanco, agitadas, comenzaron a hablarle al mismo tiempo.

- Un momento - dijo - una a la vez.

- Van a dejarnos morir - soltó Miley.

- Ya están casi muertas - les dijo la señora tristemente. Y era cierto, el color de piel de ambas chicas era cada vez más pálido.

- ¿Qué va a pasarnos luego? - preguntó 
Demi desesperada.

- Quisiera poder decirles, pero no lo sé - les respondió - nadie lo sabe - prosiguió - solo... intenten pasar el poco tiempo que les queda juntas, hagan que valga - la señora se dio la vuelta y se alejó de ellas.

Miley y 
Demi se miraron, sus miradas desesperadas y el bullicio de la gente, hicieron que salieran de aquel lugar. Corrieron tomadas de la mano, escapando de aquel sitio, tan rápido que sus lágrimas perdidas secaban pronto y los latidos nerviosos por lo que sucedería se mezclaban con los latidos acelerados por correr.

Se detuvieron al darse cuenta que por más que corrieran jamás saldrían, ni llegarían a algún otro sitio parecido. Recostadas en arboles, agitadas y respirando fuertemente, se miraron a los ojos y de un brinco juntaron sus cuerpos y rostros, besándose por última vez, uniendo sus cuerpos. Con cada beso, sus pieles se difuminaban, con cada caricia, la transparencia de sus cuerpos iba en aumento, con cada roce y cada suspiro, aquellas almas se iban desvaneciendo de aquel lugar donde había escapado el amor que por tanto tiempo ambas ocultaron. El tiempo perdido ya se hacía polvo, el tiempo ganado se volvía luz, una luz que envolvió aquel par de cuerpos con lazos dorados, brillando con mucha intensidad en aquella noche oscura y con el suspiro de un te amo al unísono, murieron.

miércoles, 8 de enero de 2014

Save me - 1



Jamás he creído en el más allá, mucho me cuesta creer en el más acá. No creo en “alguien” que te cuide desde “arriba”, ¿arriba de dónde?, no quiero tampoco crear discusiones sobre religión, respeto las opiniones, pero sinceramente mi creencia es así. ¿Por qué debería existir un ser celestial que cuide de mí? Yo no me esmero en cuidar siquiera de mi integridad física y emocional, he pasado 10 años arriesgando mi propia vida. Si hubiese un ser cuyo trabajo fuese cuidarme, probablemente ya habrá renunciado. 


Toda mi vida he amado los deportes extremos, desde el paracaidismo hasta el windsurf. Mi última lesión la tuve realizando un salto en bungee, debo admitir que fue fascinante, pero el cálculo realizado estaba errado. Apenas pude recuperarme de eso, viajé desde las islas de Nueva Guinea rumbo a Francia, Chamonix, directo al Mont Blanc, mi corazón clamaba escalar esos 4.810 metros, estaba ansiosa.

Éramos alrededor de 20 personas, 10 curiosos que escalaban por primera vez y un guía para cada uno. Nos alojamos en el valle que rodeaba aquella majestuosa montaña. Llegamos mientras el sol se asomaba y la vista era impresionante, mientras mis compañeros tomaban fotos del lugar, noté una mirada cruzarme el cuerpo. Era ésta chica de rizos rojos, tenía una media sonrisa en su rostro mientras me miraba, lo hacía con ternura y yo hasta ahora notaba su presencia. Tal vez pensó que era una amargada, pues solo la miré sin dibujar ninguna expresión en mi rostro, solo la miraba. La voz del guía líder me hizo quitar mis ojos de ella, quien aún sonreía para mí.

- Bien chicos, aquí, presten atención – decía a la vez que sacaba una lista del abrigo – cada uno tendrá un guía guardián durante la estadía, no quiero accidentes – y me miró a manera de regaño.

- No le prometo nada – le respondí a modo de broma.

Conocía a Rodrigo desde hace 5 años, había sido el que nos dirigía en todo este tiempo y conocía cada una de mis cercanías a la muerte.

- Por esa razón, irás con Miley – no tenía idea de quien era Miley y poco me importaba, solo quería escalar – Hay 5 cabañas, dos parejas en cada una, muévanse.

Me dirigí rápido a la primera cabaña que encontré, era espaciosa y muy cómoda. A pesar de que el sol había salido por completo, el frío era terrorífico. La cabaña tenía una chimenea del lado izquierdo y del lado derecho había una sola habitación, que recibía el calor del fuego.

- ¿Una sola habitación para 4 personas? – no esperaba privacidad, pero tampoco esperaba tanta convivencia.

- ¿Te molesta? – me di vuelta a ver quién me hablaba y era otra vez esa misma chica. Negué con la cabeza, volvía esa chica a tener el control, volvía a mirarme igual que antes. Entré a la habitación, evitando el contacto visual. Había dos literas de madera y una ventana al fondo.

- Dormiré arriba – dejé mi enorme mochila en el suelo, subí y dormí por lo que creí, una eternidad.

Me desperté al sentir el frío colarse en mis huesos, había olvidado arroparme. Me senté y pasé mis manos por mi rostro, intentando quitar las huellas del sueño que se había apoderado de mi cuerpo.

Miré alrededor y la luz pálida apenas cruzaba el cristal de la ventana. Reconocía la pelirroja cabellera que dormía en la litera de al lado, arriba. Bajé de allí, me puse mis botas de escalar y me abrigué bien. Salí de la cabaña y quedé estática en el marco de la puerta, el frío traspasó mi ropa por completo, escondí mis manos cubiertas por los guantes en el abrigo y me dispuse a caminar.

El Mont Blanc estaba cubierto por una gruesa capa de nieve, se veía más peligroso que en las fotos que me habían dado. Seguí caminando observando el valle y parte de la montaña.

Era un sitio muy bonito, había grandes pinos dispuestos al azar, ríos que trasladaban pedazos de hielo provenientes de la montaña. Caminé en dirección contraria a la corriente del río y me detuve al borde de donde terminaba el suelo sólido.

Escuché unas ramas quebrarse y me sobresalté - ¿Quién anda ahí? – logré articular.

- Hola – una chica de ojos verdes y cabello liso, por encima de los hombros salía de entre unos pinos.

- Hola – le respondí mientras la miraba acercarse.

- ¿Eres una de las suicidas que escalará el Mont Blanc? – decía esto mientras me miraba de arriba abajo.

- ¿Suicidas? ¿De qué hablas? – estaba totalmente confundida.

- ¿Cómo te llamas? – me preguntó caminando a mi alrededor y detallando cada parte de mi cuerpo o tal vez vestimenta, pues mi gruesa ropa no dejaba ver mi figura.

- Demi ¿A qué te refieres con suicida? – volví a insistir.

- Demi – dijo situándose a mi lado y fijando su vista en la montaña – subir el Mont Blanc en esta época es un suicidio ¿no lo ves? – Prosiguió señalando hacia la montaña - ¿cuál es tu razón para subir? – volviendo su mirada a mí.

- No lo sé – dije esquivando su mirada y mirando hacia la montaña – solo es una meta más.

- No lo creo pequeña Demi – me hizo girar hacia ella tomándome del hombro – hay una fuerza sobrenatural en la cumbre de esa montaña – entrecerraba sus ojos mirándome – que hila los destinos de todos aquí – palpó mi pecho – tu corazón es muy frío – dijo bajando su mirada hacia mi pecho y palpando como si quisiera encontrar algo.

- Tal vez porque está helado aquí – le respondí.

- No – su mirada era de confusión, luego tristeza – me temo que… - quitó sus manos de mí – estarás sola pequeña Demi – me miraba con compasión – la montaña tal vez te ponga a prueba, tal vez te den una oportunidad, pero dependerá de ti – dijo esto mientras se alejaba entre los pinos – suerte Ali, si abres tu corazón, tal vez este viaje sea de provecho para ti.

Me devolví sobre mis pasos, mirando de vez en cuando hacia atras. Esa muchacha tenía razón, subir el Mont Blanc de esa manera era un suicidio. Es cierto que siempre estaba cubierto de nieve, pero esos días, en especial, había sobrepasado su límite.

Eran alrededor de las 6 de la tarde cuando llegué a mi cabaña. Mis tres compañeros estaban arropados con una manta cerca de la chimenea.

- ¿Dónde estabas metida? - La chica de ojos azules me miraba furiosa y se abalanzaba sobre mí, dándome un cálido abrazo que no combinaba con su mirada enojada.

- Loca, sueltame - le dije empujandola. Su mirada entristeció y cambió a confusión.

- ¿Loca? - preguntó y reí para mis adentros.

- Déjame en paz - y fui directo a acostarme.

- No deberías tratarla así, Demi - me decía uno de mis compañeros - es tu guía, solo quiere protegerte.

- No necesito protección, ahora déjame dormir - me tapé completamente con las tres sábanas que había al borde de la litera e intenté dormir.

- Es una tonta Miley, no le prestes atención - susurraba el único hombre de la cabaña, Marcos.

- Cuidala hasta que escale la montaña y listo, te alejas de ella - susurraba la otra chica, Lu.

La realidad era que poco me importaban estos chicos, no estaba allí para hacer amigos, quería cumplir una meta, para luego ir por otra.

La mañana no alcanzó a despertarnos, antes que amaneciera ya los cuatro estabamos preparando nuestras cosas para, por fin, escalar la montaña blanca. Los tres chicos conversaban amenamente y yo solo evitaba cualquier contacto con ellos, sin embargo, podía sentir las miradas fugaces que Miley me hacía.

Pantalones largos, dos camisas de mangas largas, sobre eso, una chaqueta que permitía cortar el viento maligno que nos azotaría allá arriba y unos guantes. Además de eso, un gorro y gafas especiales.

- Recuerda las cuerdas Demi - Miley interrumpía mi paz de nuevo.

- No las necesito - salí rápido de la cabaña y me uní a mis demás compañeros, que ya esperaban ansiosos para partir.

- Cruzaremos el río en grupos - dijo señalando hacia el río que rodeaba la montaña - allá hay unos botes que los habitantes del valle nos prestaron, muevanse.

Caminé rápido detrás de Rodrigo, no quería tener que volver a ver a mis compañeros de cabaña durante ese pequeño viaje.

- Promete que serás más amable con Miley - me decía Rodrigo al notar mi paso apresurado cerca de él.

- Solo quiero escalar - le respondí cortante, adelantándome a su paso.

Me estaba cansando de esto, mi pecho se oprimía a cada paso que daba, mis ojos querían llorar, mordía mis labios para aguantar las lágrimas. Mi paso iba disminuyendo a la vez que veía aquella montaña. Estaba aterrada.

- Ven - sentí unas manos tomar mi brazo y la mirada dulce de esa chica - yo cuidaré de ti.

- G-gracias - ¿Cómo es que esta chica podía seguir siendo tan dulce conmigo mientras yo la ignoraba por completo? y justo ahora le agradecía su ayuda.

Se sentó a mi lado y no me soltó hasta que cruzamos el río.

- ¿Por qué siento que esta será la última vez que haga algo así? - susurré.

- No sientas eso, ya verás que todo saldrá bien - me decía Miley.

Del otro lado del río estaba la chica que me había hablado antes, me miraba fijamente. Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa haciendo una pequeña reverencia con su cabeza.

- Guías, no pierdan a sus parejas y siganme, muevanse.

Empezamos a subir un camino empinado, la nieve se acercaba y mi poca experiencia me hacía sufrir bochornos. No habían pasado ni 10 minutos cuando casi ruedo por la nieve y de no ser por Miley, mi destino habría sido distinto. Enojada, me separé de ella en un movimiento brusco y seguí caminando.

- ¿Por qué te comportas así? solo trato de ayudarte - me decía Miley que venía detrás de mi.

- No quiero que me ayudes, entiendelo. - no soportaba la situación, no soportaba tenerla cerca.

- Saquen las cuerdas, esto es más empinado aun - decía Rodrigo y recordé que no había traído las cuerdas.

- Me tomé la libertad de traer las tuyas - la detestaba de tal manera que quería abrazarla y besarla, la odiaba.

Se las quité, arrojándole una mirada de odio, la amarré a mi cintura y ella hizo lo mismo con el otro extremo.

Empezamos a subir con ayuda de bastones y picos, se hacía cada vez más difícil respirar y el frío era cada vez mas intenso. Miley y yo sin darnos cuenta subíamos diagonalmente sin notar que nos alejábamos del grupo.

- Oye, ya no puedo más - me costaba mucho hablar - llama a Rodrigo.

- Demi - decía la pelirroja - nos hemos perdido.

Giré mi cabeza hacia la derecha, nada, hacia la izquierda, nada.

- Tengo miedo - decía aferrandome del pico que traspasaba la nieve y se encrustaba en la montaña. Miley se encontraba un poco más abajo.

- Seguiremos subiendo, no tengas miedo - siguió subiendo hasta donde yo me encontraba - sigueme el paso, iremos a la par.

Escalar aquella montaña cubierta de nieve era lo más estúpido que podía estar haciendo en ese momento, el pico a veces no traspasaba como debía y en varias ocasiones pisaba en falso.

- ¡Sostente de esa roca que sobresale Demi! - me gritaba Miley desde arriba, mientras me sostenía del abrigo que tenía puesto y con la otra mano se sostenía de la montaña. Como pude me agarre con fuerza de aquella roca y pude estabilizarme, llegué al lado de Miley resoplando.

- Debes tener más cuidado Demi, se que estas nerviosa pero si sigues apresurandote no llegaras a la cima - aquel comentario me enfureció.

- ¡Estoy harta de ti! - subí lo más rápido que pude.

- ¡Demi no! - escuchaba decir a Miley.

Subía muy rápido, tanto que el pico que utilizaba, en un errado intento, cayó al vacío y tuve que seguir con mis manos, apoyandome de pequeñas rocas cubiertas de nieve que sobresalían. No noté que el montículo de nieve al que me disponía a tocar, no cubría roca alguna. Me resbalé por aquel precipicio, arrastrando mis manos por la nieve intentando sostenerme de algo, mientras bajaba, sentí un halón y la mirada desesperada de Miley. 

No pudo sostenerme esta vez y caí al vacío. Iba a morir y entonces recordé, recordé que la cuerda que estaba amarrada a mi cintura, estaba amarrada también en la cintura de la chica, esa chica de la que estaba empezando a enamorarme y no lo había notado.

Blood revenge and... love? - 4



"Nuestro amor fue escrito por sangre"





Demi:

Hay veces que me gustaría dormir para siempre para no ver el dolor, para no ver la realidad de este mundo. Me gustaría dormir junto a ella en un sueño interminable en la que las estrellas sean nuestras guías, en un destino incierto, en un destino que siempre nos intentara separar. Pero ya no podrá hacerlo porque ella y yo somos una persona, somos una sola y aunque este mundo se acabase para nosotras, se que mi alma divagara en diversas generaciones siguiendo la suya.

Y no temo morir en este preciso momento, no temo hacerlo porque lo hare por amor, entregare lo que siempre tuve que entregarle, desde mi esencia hasta mi cuerpo entero porque mi corazón ya lo ha arrancado.

Miley, ¿Porque este mundo debe ser tan cruel para nosotras? Hace mucho tiempo que quiero decirte que me gustaría que ese sueño se cumpliera y que corriéramos de la mano en ese campo verde y floreado por siempre, sin importar las demás personas, sin importarme tu apariencia, sin temer a que un día tu misma acabases con mi vida, porque mi vida una vez acabo… y fue cuando acabe con la tuya.

Hace tanto que quiero decirte que deseo con fervor ver el brillo de tu piel blanca jugar con los rayos del sol, ese rostro tan perfecto sereno y armonioso.

Quisiera ver las estrellas junto a ti.

Quisiera besarte una y otra vez y estremecerme por el frio de tu piel.

Tengo miedo, tengo miedo a no encontrarte en mis próximas vidas, tengo miedo de perderte más que al morir en esta guerra. Pero no me atrevo a decírtelo, es en este preciso momento que deseo que leas mi mente, que la leas, así mis labios no tendrían que decirte lo que siento.
-Estas lista- dices mientras en tu rostro se asoman unos colmillos
-Si- dije serenamente con dudas.
-Pase lo que pase, recuérdalo- dice con la voz rara, un tanto quebrada, una voz de ella que no conozco tal vez este distorsionada porque esta convertida- Te amo y siempre lo hare.
-Yo también te amo- musite apunto de llorar. Aun sabiendo que no le temo a la muerte, temo perderla, temo no vivir ese sueño junto a ella.
-¿Que pasa?- dijo entreabriendo sus ojos y cerrando la boca
-No quiero perderte- musite exasperada.
-Si muero - dijo exhalando profundamente aire – Prométeme - dijo sujetando levemente con miedo mis hombros - Quiero que sigas adelante – me acaricio.
-Tengo miedo Miley - dije llorando.
-Entonces corre - dijo abrazándome casi sin respirar - Ellos se acercan pero tú tienes tiempo – dijo tiernamente.
-Miley - se escuchaba la voz de Dimitri nerviosa.
-Tu eres la elegida - dijo sujetándome del rostro - Tu puedes acabar con todos ellos como lo desees - dijo secando con sus fríos dedos mis lagrimas tratando de darme tranquilidad.
-Tienes que morderla Miley- dijo Dimitri con el libro de Mathew Wilson en la mano- Es tu única salvación. Nuestra única salvación.
-Jamás - dijo Miley tajante.
-¡Tienes que beber de su sangre!- dijo Dimitri violentamente.
-No entiendo Dimitri- dije desesperada.
-Ella solo podrá tener sus poderes a nivel si bebe de la sangre de la elegida- dijo Dimitri señalando el libro.
-No podre contenerme- dijo serenamente Miley - ¡Tu sabes que si bebo de su sangre no podre controlarme!, me convertiré en una bestia.
-Prefiero que te vuelvas en una bestia salvaje y que mates a 
Demi  en vez de ver a Lion gobernar el mundo.
-Pero que- dijo Miley mirando furtivamente a Dimitri.
-Mi maestro cuido minuciosamente de este secreto para que un idiota con un sequito y una agencia de idiotas quieran ponerlo en peligro - dijo Dimitri pareciendo tranquilo como siempre, pero en su mente tantas cosas habían, tantos temores y entre ellos ese.
-Hazlo - dije exhalando profundamente aire.
-¡No!- dijo violentamente Miley- Jamás.
-No seas tonta- le hable con pura ternura- Si vamos a pelear esta guerra necesito saber que podremos ganarla.

Ella no hablo y yo decidí por ella, con una de las navajas que tenia en el sujetador cruzado por encima de mi ropa, me corte levemente el antebrazo y lo acerque a su boca.

Al sentir la sangre no pudo contenerse, no pudo controlarse y bebió mientras de su bello rostro aparecían esas venas negras.

Sentí un pequeño cosquilleo, un leve dolor; pensé que no podría contenerse, pensé que no iba a parar, hasta que bruscamente se separo de mí con el rostro totalmente convertido.

Cubrí con una venda el corte mientras respiraba agitadamente, en el horizonte veía como se acercaban unos treinta hombres.

Podía leer fácilmente la mente de todos, pero no podría detallarlos, eran muchas voces simultaneas en mi mente y en lo único que pensaba en ese momento era en salir con vida de allí.
-Elena ¿Dónde están Alec y Gian?- decía Dimitri sacando su navaja.
-Están llegando - decía está sacando un palo de madera.
-Yo no quiero derramar sangre humana- dije retirando mis armas del sujetador
-Nosotros lo haremos, tu puedes destruir a todos esos vampiros tienes el poder para hacerlo - dijo Serenamente Dimitri.

Todavía no podía entender como en esa figura tan perfecta existía desesperación en tan corto tiempo, solo bastaba cuestión de segundos para que volviera a reinar en la mente de Dimitri la tranquilidad y la frialdad que le ayudaba a emplear sus actos.
-Luchamos por un futuro - decía una Miley preparándose para luchar- Luchamos por nuestra vida - dijo al fin dando un paso adelante.

Cuanta frialdad, cuanta rabia, cuanta insensibilidad en la mente de esos treinta vampiros. No sentían miedo de mí, ni de Miley, no sentían miedo. Se sentían tan seguros, tan sedientos de mi sangre.

Uno de ellos dio un paso hacia adelante y esa fue la clave de que la guerra había comenzado y el perdedor debía pagarlo con sangre.

No espere a que se acercaran a mi, yo me acerque a ellos, quería que reinara miedo en sus ojos, quería que me temieran por lo que era.

Me acerque rápidamente a uno de ellos, un chico alto robusto que tenía una ropa deportiva. El tenía el rostro completamente convertido y un sable en la mano. Tan torpe tan idiota, se acerco sin previo aviso con pasos rápidos pero torpes, solo me basto utilizar la telequinesis para paralizarlo y clavarle mi estaca en el corazón mientras sentía esa adrenalina a tope por las cenizas que caían de su cuerpo.

No recuerdo a cuantos vampiros mate sin compasión, solo miraba la forma brutal en la que Miley mataba a los agentes que eran el triple de los vampiros.

Los mataba sin respirar, sin beber su sangre sin morderlos sin utilizar armas, solo le bastaba usar los poderes que tenia para ver como caían y se desangraban por el dolor; corría a una velocidad que casi no se podía ver, si hay algo que me gustaría borrar de mi memoria es la forma en que destruía a sus presas, no había forma de alcanzar su velocidad, de parar su furia, de impedir que les sacara la cabeza de uno o mas agentes como si esa no fuera mi Miley y fuera en realidad un demonio, un monstruo que luchaba con todas sus fuerzas por subsistir.

Dimitri tenía razón, ella necesitaba mi sangre, necesitaba beberla para poseer ese poder imparable, ese poder que podría destruir a una población entera, ¡un poder que podría destruirme!

Dimitri y Elena hacían lo que podían, Elena era rapidísima, no podían alcanzarla y ella usaba ese poder para no ser vista casi por los vampiros y clavarles la estaca dejando tirados sus cadáveres negros y marchitos en el suelo a diferencia de mí que les clavaba directamente en el corazón.

El mas débil era el mas inteligente, el mas tenaz, el mas débil era Dimitri, no tenia la fuerza de ninguno de nosotros pero con la inteligencia y la paciencia que tenia podía cargar con muchos cuerpos encima.

Sentí cansancio físico y mental de luchar mano a mano con uno de ellos, era uno de los más fuertes que trataba de soportar la telequinesis o los poderes que le implantaba y trataba de dispararme con su arma.

Corrí rápidamente mientras le di un poco de dolor en la cabeza eso hizo que agachara su vista y pudiera clavarle en el hombro la estaca, reacciono de golpe sufriendo de dolor en el suelo.

Sentí una punzada atroz dentro de mí que me hizo detenerme un momento, me hizo recapacitar en un momento. Yo veía como Miley luchaba como una bestia, ¿pero yo no era una bestia en clavar en miles de almas negra mi estaca? ¿No estaba siendo un monstruo?

Odio a los vampiros, los odio con tanta ferocidad, con tanto fervor que podría degollarlos a todos juntos, pero ver a aquel individuo robusto de piel pálida y extremadamente blanca sufrir tiritando de dolor me produjo cierta lastima, lastima que duro solo un momento, el momento en el cual el se levanto para intentar clavarme una navaja fue allí que le clave con tanta fuerza mi estaca en el pecho que su cuerpo se partió hecho cenizas en mi rostro.
-¡Maldición! - exclame indignada por mi debilidad.

Yo arrastre a todas estas personas a este destino, yo arrastre a Miley a la muerte por una terrible cobardía y aprendí que no podía vivir sin ella, aprendí que no podía respirar sin pensarla y que los sueños no eran sueños si no la tenía, aun intentando olvidarla no pude sacarla de mi mente, no pude sacar sus huellas de mi piel, no pude sonreír, porque tenia en mi mente la vez en que con crueldad clave lentamente esa estaca sacándole la respiración a la persona que mas amaba por lo que creía correcto.

Hasta el cielo sabe que fue el peor error del mundo, torturar y lastimar de esa manera a la persona que pudo acariciar mi alma, me valí de apariencias de pensar que eso era lo mejor y desate toda esta guerra por mi inseguridad.

También pude darme cuenta en ese minuto que si saldría con vida de ese lugar tal vez mis sueños de ver las estrellas junto a ella se cumpliría, que tal vez ella sujetaría mi mano por ese campo verde lleno de paz y podría recostar mi cabeza en ese pecho frío pero tan cálido a la vez para mi, sin tener de por medio tanta violencia, tanta sangre, tanto dolor, pensando que este destino que nos separa nos daría tregua, nos daría paz, nos dejaría estar juntas solo un momento, solo un momento en carne y en hueso porque de algo estoy segura y es que mi alma es suya, es suya para siempre.

Miley no estaba luchando como una bestia, Miley estaba luchando por ese sueño, estaba luchando con pasión, con valentía, sin vacilar, porque al igual que yo estaba pensando en ese sueño, por eso no debía tener más dudas ni temores, debía luchar por mi amor, por mi vida, sin mirar, sin escuchar, sin recordar a quien llevaba a la tumba.

Y fue así, fue así como velozmente sin perder tiempo acabe con algunos de ellos.

Sintiendo en mis manos dolor, dolor por aquel pedazo de madera que era mi arma, viendo como la sangre corría por mis manos, las sangre de aquellos monstruos sin corazón.

No recuerdo el rostro de todos, solo el de los que más frente me hicieron.

Como uno de ellos, uno de los más poderosos, con una agilidad impresionante, que corría a mí alrededor con una sonrisa maliciosa invitándome a luchar, sin mirar lo que hacían Dimitri, Elena, Alec y Gian que acababan de llegar.

Tenía un sable largo, peligroso y una mirada que daba pavor, su piel era blanca como el algodón y sus labios secos y violetas, no era bello como los demás vampiros, de solo verlo daba pavor.

Pude leer en su mente que era nada más y nada menos que la mano derecha de Lion, y contaba unos doscientos años, su nombre era Eric, el temido Eric por los vampiros, era él; era el encargado de todos esos vampiros, el los había entrenado, parecía tan seguro, pero en el fondo tenía un miedo atroz; la de su sequito había muerto en combate y solo quedaban pocos agentes.
Al fin te tengo de frente- dijo con un tono agudo pero sereno.

Me acerque lentamente y con un sable que había recogido por allí que trate de clavarle pero lo único que logre fue hacerle un pequeño corte porque hábilmente lo esquivo.
-Fue impresionante - decía con irónicamente mientras seguía evadiendo con movimientos agiles mis emboscadas - Te cargaste a muchos de mis mejores hombres.
-A ti también - dije mientras en mi mente aparecía como en un flash back todas sus vivencias, la forma en la cual reclutaba a hombres prometiéndoles mejores vidas o sanar su dolor a aquellos desolados, a aquellas almas tristes y los transformaba, a algunos los llegaba a matar porque no podía controlarse, solo unos pocos tenían la suerte de ser convertidos y eso solo pasaba cuando él estaba realmente satisfecho, sentí una rabia infinita recorrer por mis venas al ver tanto dolor, al ver como degollaba sin escrúpulos a mujeres y niños preso de su maldad e insensibilidad.

Corrí mientras le clavaba el sable en el muslo derecho, él reacciono empujándome fuertemente al piso sacándose el arma del muslo con un quejido resonante de dolor.
-¡Jamás pensé que la Elegida sería tan débil! - dijo tratando de levantarse, parando mis movimientos e intento de sacar el arma del sujetador en forma de cruz que tenía en mi cuerpo, cuando estaba a punto de vaciarle el arma en el cuerpo habló paralizando mi cuerpo- Tú sabes cual es la profecía y eres débil, no eres mas que una débil niña, ella y todos esos vampiros tan inteligentes te están utilizando, lo están haciendo porque en fin al cabo tú y ella no pueden vivir en un mismo lapso de tiempo.

Mi cuerpo no pudo reaccionar, no pude moverme.
-Haaaa- grite al sentir su sable en el estomago, un dolor sofocante, un dolor que quemaba y ardía en lo mas profundo de mi alma.
-No eres más que una niña con poderes- dijo levantándose abruptamente y colocando el sable en mi cuello.

Trataba de hacerle telequinesis pero él podía soportarlo, tenía un poder inmenso, podía soportar el dolor que le causaban mis poderes, no podía moverme ya que sus frías y asquerosas manos estaban sujetando fuertemente mi cuello sin dejarme respirar. Balancee mi cuerpo intentando zafarme, pero era imposible y cuando estaba a punto de sentir su fría y filosa espada en mi cuello siento como Eric cae y vuelve el aire a mi cuerpo.

Gian, el pequeño pero con una fuerza increíble, había llegado y me había salvado la vida clavándole una estaca por atrás a Eric.
Gracias- dije intentado recuperar el aliento por el dolor del corte que tenia en el estomago. Me sentí mareada un momento y ya no pude buscar yo misma a mis presas, no pude hacerlo porque el dolor y el mareo que tenia no me lo permitía.
-Tranquila solo respira 
Demi yo te cubro- dijo con tono paciente.

Gian no se alejo de mi lado, pero él tuvo que luchar hasta que yo me recuperara.

Busque desesperada la mirada de Miley. Aun con los ojos negros y convertidos pudo reconocer mi figura y acercarse en cuestión de milésimas en mi posición.
-¿Qué te ha pasado? - dijo recostándome en su cuerpo, mientras respiraba pausadamente por el olor a sangre que salía de mis entrañas.
-Nada - dije serenamente con un hilillo de voz.
-Espérame - dijo acariciando mi rostro, con esos ojos negros en los cuales ni las pupilas se notaban - faltan pocos 
Demi
 no decaigas, falta poco mi amor - dijo al tiempo que se alejaba de mi posición.

"¿A cuantas personas has matado hoy Miley?"- pensé para mis adentros mientras veía como las balas de un arma se disparaban en el cuerpo de mi diosa Inmortal sin lograr ningún dolor en su cuerpo.

Ella era inmortal, era valiente, era feroz como un sediento en el desierto luchando por agua, así estaba ella, luchando por nuestras vidas.

Mire una vez más mis manos, llenas de sangre, mire mis brazos lastimados, y mis piernas con rasguños. Apreté fuertemente mi estomago. Cuando leí una mente acercarse saque rápidamente mi estaca y lo espere paciente. Aquel torpe vampiro se acerco al tiempo que yo lo esquive y clave la estaca en su pecho.

Ahora mire hacia el horizonte, trate de encontrar en las estrellas las fuerzas para seguir, tratando de recordar sus ojos brillantes como las estrellas de Georgia intentando buscar un incentivo.

Recordé esos sueños que me quedaban por vivir junto a ella, y todo el mal que le había hecho, todos esos recuerdos que jamás podría borrar de mi mente.

Sentía su cansancio, sentía sus ganas de terminar con todo esto y partir sin mirar detrás la sangre que habíamos derramado en la lucha. No podía leer su mente pero tenia una conexión especial con ella. Y es que nos habíamos convertido en una persona, ella era yo y yo era ella. ¿Cuando uno ama es eso lo que siente no es así? Uno se vuelve en una sola persona.

Que ganas me dieron después de ver mi cuerpo lastimado y mis manos empapadas de sangre junto con el resto de cuerpo de los agentes de allí tratar de volver al pasado y cambiarlo, no haberla asesinado en ese momento y haber escapado junto a ella. Pero ella esta aquí, esta aquí y debo hacer todo lo posible por no perderla una vez más.

Solo el cielo es testigo de la desesperación y el dolor que siento cuando no la tengo en mi vida, solo el cielo ha sido testigo de mis sollozos incontrolables en estos últimos cinco años.

Y solo yo y ella podemos entender este amor imposible, este amor irracional e inentendible y aunque no lo entendamos, porque solo lo sentimos, yo todavía no lo entiendo pero he vivido en la desesperación de hacerlo sin ella, de no poder respirar sin tener sus fríos dedos acariciarme el cuerpo, de no tener sus ojos azules penetrarme y acariciarme el alma de una y mil formas.

Nadie me ha amado como ella de eso estoy segura, porque nadie me entrego la vida y ella si lo ha hecho, lo hizo sin preguntas, sin objeciones, me entrego su alma, me entrego su vida una vez y soy cociente de que seguiría entregándo cada gota de su sangre por mí.

"Si el destino me diera otra oportunidad. Quisiera correr en ese campo verde mientras sus dedos fríos entrelazados me dan el calor que tanto tiempo busque"







Miley:

Siento su miedo, siento su inestabilidad, pero se que por la forma en la que me miran esos ojos brillantes azul verdoso, el miedo que siente es por mi.

¿
Demi mi bella Demi como puede ser todo esto real? Que sea real lo que sientes por mí, no puedo creer que hallas regresado por mí, no puedo creer que este mundo cruel me de la posibilidad de ver otra vez tu rostro precioso.

Tus ojos más brillantes que las estrellas de Georgia, tu sonrisa coqueta y tu mirada tan serena, la única que le da equilibrio y claridad a mi alma obscura.

Yo seguiría pagando con mi vida el enorme regalo que me hiciste una vez, el sentir por primera y única vez amor, cariño, a este negro corazón, este corazón que nunca sintió, este corazón al que crearon para aniquilar, para ser fuerte ante todo y todos, un corazón sin debilidad, sin compasión, "sin amor".

No puedo escuchar tu voz quebrada, temerosa, mientras tus ojos me miran de esa forma, es más doloroso verte así que sentir clavarse en mi pecho miles de estacas.

Me acerco lentamente a ti mientras te abrazo, tratando de respirar por el hambre que siento.

No escucho las voces de los que se acercan, no escucho la voz de Dimitri porque estoy enfocada en mirar tus ojos y entiendo tu temor, yo no podría vivir en un mundo en donde no existieras.

Quisiera estar así contigo, estar conectada junto a ti, como si el mundo no existiera y mi mundo fueses tú, sin escuchar ruidos que no sean los tuyos, sin tener que mirar otros rostros y ojos que no sean el tuyo. Quisiera mi amor, crear un mundo para ti y para mi, en donde el destino no estuviera escrito, en donde las personas no intentaran separarnos.

Yo podría vivir sin consumir, naufragando en tus ojos azules verdosos.

Me pierdo un momento del mundo hasta que Dimitri me dice que tengo que beber de la sangre de 
Demi  mi primera reacción fue tajante, categoríca, jamás lo volvería a hacer.

Pero ella me obliga a hacerlo, porque en el fondo se que solo su sangre me daría las fuerzas para acabar con todas esas personas, solo su sangre descontrolaría mi tranquilidad.

No recuerdo las miles de sensaciones que recorrieron mi cuerpo al beber de su sangre, solo evoco escuchar una voz interna decirme que parara, que la estaba agotando que era suficiente y cuando pensé que no podría detenerme pude hacerlo.

Quisiera que todas esas voces que se acercan desde el horizonte de ese paisaje nocturno y alumbrado por la luz de las estrellas y la luna pudieran darme una tregua, un momento, solo un momento para poder abrazarla una vez más, pero esto no es un sueño y esas personas no pierden tiempo acercándose para intentar acabar con nosotros. No siento miedo, no siento temor, prefiero caer peleando que vivir huyendo, me han creado inmortal para luchar y he luchado con ímpetu tanto tiempo por cosas sin razones y en este momento en el cual tengo una razón por la cual luchar no voy a cerrar los ojos, porque soy consciente que por cada gota de sangre de esos mortales frívolos que derrame estoy luchando no solo por mi vida, sino por mantener mi amor; estoy luchando en contra de mi raza y mis instintos de vampiro, jamás pensé que diría esto pero estoy luchando no solo por guardar un secreto oscuro, sino por que la pequeña paz que existe en este mundo no acabe, por esa pequeña claridad de toda la maldad que existe en este mundo no se extinga.

Los veo acercarse cada vez más, miro su rostro por última vez antes de prepararme. Se que cuando este totalmente convertida vivirá en mi solo el instinto asesino, matare sin pensar, degollare sin mirar, recordare solo lo que quiera recordar, solo espero tener las fuerzas de mantenerme lejos de ella y que ella no me vea de esa forma, yo no quiero que vea el monstruo que en verdad soy.

No recuerdo los rostros de las personas que he matado, solo recuerdo sus quejidos agonizantes al morir o el dolor que les producía con mis poderes. En mi trance no sentí las ganas de saciarme de su sangre, ni tampoco escuche las voces implorantes, no sentí las balas o ametralladoras dispararse en mi pecho, la sangre de 
Demi me había dado una fuerza sobrenatural, una fuerza más potente de la que ya poseía.

La mayoría de los vampiros tienen control sobre su cuerpo en una batalla aunque estén totalmente convertidos, pero yo no puedo, no tengo el control suficiente para mantener la postura y poder verlo todo con claridad, en una batalla el único objetivo es destruir a todo enemigo y así reaccionaba mi cuerpo y mis sentidos.

No esperaba más cuando me convertí profundamente, pero jamás hubiese pensado que escucharía desde lejos el quejido de dolor de 
Demi  como si esa imagen al girarme y escuchar desde lejos su dolor me sacaran del trance profundo en el que estaba sumergida, jamás me había pasado, nunca pensé que me pasaría algo así, sentir su dolor, escuchar su estremecimiento, poder ver con claridad estando en una batalla.

Pero ella y yo éramos una sola persona, fusionada en un mismo sentimiento.

Me acerque rápidamente, angustiada de no poder controlarme, pero temiendo más que ella se rindiera en ese mismo momento.

No recuerdo precisamente las palabras que le dije, ya que intentaba respirar profundamente por el olor que emanaba de su sangre.

Tuve que volver a luchar, a luchar tratando de no preocuparme por ella. Al final de cuentas ella era mucho más fuerte que yo y podría acabarlos como quisiera.

¿Cuántos quedaban en realidad? Quedaban dos o tres que se meaban en los pantalones del miedo.

¿Cuanta sangre había derramado por esta guerra de supervivencia?... ¿cuantos cabezas había arrancado sin recordar?

Cuando acabe con el último tratando de no producirle dolor y que su muerte fuese rápida y no dolorosa.

Me paro en seco un momento, mientras mi ser convertido se pacifica y vuelve a mí la respiración.

¿Ha terminado la guerra? Mi guerra ha terminado y después de una guerra lo único que puede haber es dolor, sangre, tristeza.

No siento aquellas fuerzas que tuve al luchar para ver los cuerpos tirados provocados por esta, ni tampoco el olfato me produce hambre.

Tantos siglos manteniendo la calma, pensando y creyendo que en mi negro corazón las cosas estaban cambiando y cambiaron al conocerla, porque al conocerla sentí esa caricia que ningún vampiro siente, me sentí especial llena por primera vez.

Pero ahora, al ver todo este desastre lo único que me pregunto si valió la pena luchar 
Demi  porque esa profecía es real y este destino seguirá intentando separarnos, yo no sé que será mañana de nosotras. ¿Toda esta sangre derramada, por un mundo, por ti valió en realidad la pena?

En este momento en que me siento un poco humana, con un poco de remordimiento que los vampiros no sienten cuando reprimen ese lado, me gustaría mirar hacia las estrellas y encontrar en ellas una luz en esta noche oscura en donde hasta mi sombra me tortura y encontrar en esa luz que parecen sus ojos al mirarme los sueños que una vez tuve, los sueños que me permitieron luchar por algo mío.

Me siento un tanto abrumada y se que no debería sentirlo porque no soy humano, no soy sensible como los ellos, ni tampoco sufro ni puedo llorar, pero no puedo ser mi padre, no puedo no sentir nada al aniquilar a tantas personas, ni tampoco podría regocijarme de sus cuerpos y alimentarme de ellos, porque con mis propias manos les saque la vida. Soy una vampiresa débil; pero es que a diferencia de los demás vampiros he visto en cosas simples bellezas jamás inimaginables, he visto en su sonrisa y en su mirada tan serena y pacifica una paz que jamás conocí, un sentimiento que recorre mi alma y acaricia mi frio corazón como jamás imagine.

Ella fue la luz en mi obscuridad y aun cuando nuestro amor es utópico hoy luchamos por el a sabiendas que se acabará porque el destino así esta escrito y a veces no se puede ir en contra de el.

Tal vez la razón de todo esto es que pude conocer la luz del sol y no solo conocí la obscuridad, pude escuchar a los pájaros cantar y ver y sentir esa briza fría de invierno acariciarme mientras vagaba por las calles de la ciudad, tal vez por eso Dimitri también es tranquilo y tiene un lado humano, porque el es el único vampiro que puede estar sobre el sol, según lo que leí en su mente.

Me gustaría imaginarme un momento en otro cuerpo, en otro ser, mientras la estrecho contra mi pecho sin tener que respirar profundamente y exasperada por el olor a sangre que inunda mis sentidos, por Dios quisiera ser mortal solo por una vez y no me importaría morir porque cada segundo con ella para mí es una eternidad de momentos mágicos y cada segundo que no la tengo es una terrible eternidad de dolor.

Miro a mis costados y veo caer a los últimos vampiros en sus manos, es tan poderosa, es tan fuerte cuando lucha.

Le clava una lanza de madera a cuanto vampiro se le atraviesa con sus agiles movimientos que hacen casi imposible abatirla, mientras su respiración se agita por el cansancio.

Aprieto fuerte mis manos y dejo caer el sable, mientras veo mis manos manchadas de sangre. Esto no termino, todavía falta él, todavía falta el que quiere reinar y yo solo quiero apresurar esto para cargarla sobre mi espalda y alejarme de esta obscuridad, alejarme de esta guerra llena de violencia e ira.

Quisiera cerrar un momento los ojos, solo un momento, quisiera respirar y pensar que todo esto jamás ha pasado; quisiera volver a dormir para siempre dentro de esa sarcófago en vez de ver este desastre catastrófico. La guerra es una palabra de dolor, la lucha es una palabra de valentía, dependiendo de qué, pero la guerra y la lucha juntas nada bueno traen.

Quisiera que el viento soplara fuerte sobre este lugar y borrara todos los rastros de sangre que deje, todos los rastros de sangre que dejamos y que ese viento pudiera borrar este desasosiego inculcado en mi ser. Los vampiros no sienten, los vampiros no deberían sentir, pero no puedo no sentirme acongojada por esta visión terrorífica.

"A este amor lo hemos escrito con sangre"
Leo tu mente a unos kilómetros de distancia se que tienes la habilidad de escucharme- grite con todas las fuerzas de mis pulmones.

Lo espere con los ojos cerrados pacientes, tratando de leer que pasaba por su mente, tratando de ver en que momento me lo cruzaría; no quería que 
Demi fuese la que se enfrentara a él, en cierto punto temía por ella, sabía quién era Lion y no era nada más que uno de los vampiros viejos que vivía en la clandestinidad oculto, dueño de una mente peculiar y una inteligencia y tenacidad que jamás había visto; ahora es cuando me arrepiento de no haberle permitido a Vitake matarlo. Cuanto extraño a mi viejo y fuerte amigo Vitake, a Lucia y a Anastasia.

Abrí los ojos de repente al tenerlo cerca. Con esa apariencia de actor de cine, no era mas que un vil y frio vampiro de cabellos negros cortos, mirada penetrante de ojos miel y figura atlética, cualquiera que lo viera pensaría que es modelo o actor y no un vampiro despreciable y malvado, un monstruo insensible, mas insensible que yo tal vez.
-Pensé que lucharía contra ella - dijo señalando a 
Demi que estaba con la mirada clavada en su figura.
-Yo voy a acabar contigo - dije al tiempo que juntaba el sable del suelo- ¿Tienes miedo? - dije al leer en su mente su desconfianza.
-No - dijo al tiempo que vi como una de las peores imágenes de mi vida sucumbían desgarrándome los sentidos.

Paso tan rápido, paso sin darme cuenta, ella no pudo verlo, no pudo leer su mente ya que la persona que le había disparado era humana, Era Nicholas que moribundo le había abatido en el medio del pecho.

Dimitri y los demás se quedaron helados como yo ante lo que había pasado, pararon de luchar, salió de la nada, mientras yo solo me concentraba en lo que rondaba la mente de Lion.

No me importo nada, no me importo la presencia de Lion, corrí desesperadamente en su dirección.

Cuando Nicholas estaba a punto de disparar, pensando mas en la rabia que le inundaba los sentidos que en lo que sentía por 
Demi  me interpuse ante él y lo desnuque.-Demi- grite exasperada.
-Miley - dijo ella mientras caía y yo corría desesperada para que su cuerpo no se impactara contra el suelo.
-Respira - dije mientras la recostaba contra mi pecho y sentía su respiración acelerada, costosa.
-Mi amor - dijo acariciando mi rostro con sus manos ensangrentadas.
-Todo va a estar bien- dije desesperada mientras las yemas de mis dedos acariciaban su rostro.
-Prométeme que – su voz entre cortada, su rostro moribundo y sus labios rojos carnosos que entreabiertos y en susurros me hablaban como si no tuvieran fuerzas.
-Shhh- dije serenamente mientras acariciaba sus labios, no quería escucharlo, no quería verlo, no quería saber lo que ella me quería decir, porque sabía lo que me diría y no quería escucharlo, porque sentía un dolor estrujarme en el pecho, un dolor mas doloroso que una estaca en el medio del corazón, es ese dolor de aquella mañana, de ese tipo de dolor que al sentirlo quisieras dormir para siempre para pasar de el, para no sentirlo.
-Miley - dijo con una pequeña sonrisa - Prométeme que.
-No quiero - grite exasperada, no me importo el olor a sangre que desprendía su cuerpo, el olor a su sangre que tanto me atraía, ese olor que provenía del pecho y del estomago- No quiero escucharlo, todo va a estar bien - musite entrecerrando los ojos.

Se escuchaba la voz de una mente acercarse, una mente que trataba de pensar incoherencias una mente que se acercaba para acabarnos.

Elena y Dimitri lo rodearon, lo rodearon con toda valentía a sabiendas que Lion los podría acabar como quisiera, leía en su mente la desesperación por lo que había pasado con 
Demi
  leía temor en su mente por ella y no por sus vidas.



Demi:

¿Cual es el peor sentimiento de mundo?... muchos dirán que es el odio, pero yo creo que mas halla del odio el peor sentimiento es el miedo.

Vivir afligido por una complejidad, siempre he juzgado a las personas miedosas, es porque siempre he sido valiente, he sido valiente para salir adelante cuando mis padres murieron.

He sido valiente al arrancarle la vida al amor de mi vida, he sido valiente luchando ahora sin cesar, sin respirar, con pasos rápidos, con agilidad con los métodos que me han enseñado en la agencia.

Ahora es diferente, antes luchaba por pensar que estaba cambiando al mundo, que estaba cambiando el mundo para bien y en realidad no era más que un bien económico.

Ahora lucho por algo mas complejo algo que va mas halla de todo odio o rabia que sentía hace mucho y que me impulsaba a seguir, estoy luchando por ese sueño con ella. Estoy luchando por mi amor, estoy luchando por el sentimiento que solo las personas afortunadas sienten.

Es por eso que no cuestiono este destino que nos seguirá separando, porque este destino fue el que la puso en mi camino.

Con esa piel fría y blanca como la nieve, esos labios rojos y perfectos junto con esa mirada tierna, llena de sinceridad azul.

Esta noche la he visto ser el monstruo del que tanto hablaban, aun siendo un monstruo ella pudo tranquilizarse y acercarse a mi. Pero Miley no es un monstruo, tal vez sea demonio para la sociedad, pero para mí es un Ángel.

A pesar de todo lo que me ha hecho, a pesar de sus errores en el pasado y a pesar de mis propios errores; yo no cambiaría nada, solo intentaría cambiar este momento o borrarlo de mi mente, borrar la imagen de los restos en el suelo, borrar el olor y los recuerdos de la sangre derramada por subsistir.

Yo creo en este amor, es por eso que decidí luchar por ella y solo por ella, el amor de mi vida, mi amor eterno.

Aun a sabiendas del dolor que produciría al terminar con todo esto, porque después de una guerra solo lagrimas traerán, los padres de familias que cayeron, las personas que seguirían cayendo. ¿Es que solo puedo encontrar la paz en mi mente? ¿Solo puedo encontrarla en los sueños?

"Quiero dormir para siempre junto a ti"



Todo los recuerdos pasan como un flash back en mi mente mientras lucho y se me avecinan con movimientos torpes vampiros que con mi habilidad de leer la mente puedo adivinar sus pasos.

Uno de ellos viene con tanta violencia que en mi camino tuve que pararme en seco y apuntar el palo puntiagudo hacia arriba con las rodillas en el suelo le clave lentamente con aquella arma en el pecho, quejidos de dolor eran la única música de aquel lugar.

Me levante apresuradamente mientras otro vampiro se me venia encima. Le clave rápidamente la misma arma mientras sentí un golpe terrible en el pecho, como si me hubiesen acuchillado, pero no era un cuchillo ni un sable era un arma.

-¿Cómo no pude leer su mente? - fue lo primero que me pregunte cuando vi su figura moribunda apuntarme con el arma. la figura de Nicholas, la persona que tanto he ayudado a punto de matarme. Cuando estaba a punto de disparar otra vez ella se acerco violentamente hacia el y lo desnuco casi arrancándole la cabeza.
-Aaaaah - grite de dolor por el impacto de la bala en mi pecho.

No podía respirar, no podía siquiera hablar, solo sentía la sangre salir de mis labios, el dolor inmenso que ardía en mis entrañas y ahora en mi pecho. Cuando sentí mis piernas caer. Sus fuertes brazos me dieron cobijo, me dieron soporte.

Vi sus ojos azules, brillantes, temerosos, desesperados. Me toque despacio en la herida que desangraba, me toque como si eso pudiera calmar el dolor y pudiera cambiar el destino.

Me sentí mareada del dolor, no podía siquiera gritar porque no tenia las fuerzas y el dolor no me dejaban hacerlo, no podía respirar, me costaba respirar.

Ella me dice que todo estará bien, pero ella y yo sabemos que después de esto tal vez no halla un después.

Acaricie suavemente su rostro blanco, perfecto, dulce y desesperado de ese momento

Quería hablarle quería que me prometiera que pase lo que pase ella no se olvidaría de mi, quería que me prometiera que seguiría adelante, que seguiría siendo la Miley que conocí, la Miley con el lado humano.

Ella me alzo rápidamente sosteniendo con una de sus manos mis piernas y con la otra en mis espaldas mientras mis manos descansaban en sus hombros.

Mientras ella corría, escuche el grito de dolor de Elena, que había sido abatida por Lion, pero eso al parecer a Miley no le importo, ya que siguió corriendo, hasta que llegamos debajo de un árbol a poca distancia del lugar en donde luchamos por nuestro amor.

Me recostó suavemente en el gran árbol que había allí. fue como en esos sueños, ese árbol se parecía al de mis sueños.

Junto sus dos manos en mi rostro mientras sus ojos se tornaban gris. Por primera vez vi su rostro así. No era el de un monstruo ni tampoco era el de la diosa inmortal, era un rostro sereno, desasosegado como si con esos ojos grises quisiera decirme tantas cosas, como si quisiera mostrarme su dolor, pero yo lo siento, siento su temblor por primera vez, siento como sus manos ensangrentadas tiemblan al mirarme y no es por el olor a mi sangre, es por el miedo que nos consume.
-No te vayas ahora por favor - dijo mientras me estrechaba fuertemente contra su pecho frio, ya no recuerdo su rostro porque mis ojos estaban vidriosos, estaban nublados y mis sentidos no me dejaban pensar con claridad ya que el dolor era inmenso, el dolor me consumía.
-Recuérdame - dije mientras aprisionaba mis dedos sobre sus fríos labios - Quiero que seas por siempre esta Iserbet que conozco - dije entrecortada.
-Jamás podría olvidarte - decía mientras de sus ojos grises salían lágrimas y me caían en el rostro - No te vayas mi amor - decía exasperada mientras besaba tiernamente mis ojos entrecerrados. No quiero cerrar los ojos, no quiero cerrar los ojos por eso es que lucho con el dolor, quiero disfrutar una segundo mas del mas hermoso paisaje que he visto en mi vida "su rostro"-




Miley:
-No te vayas mi amor- dije estrechándola mas fuerte entre mis brazos- Yo no tengo una brújula ni un libro para revivirte 
Demi -¿cómo pretendes que aprenda a vivir sin ti? - dije moviendo despacito su cuerpo.
-En otra vida mi amor, voy a aparecer, espérame- susurro con un hilillo de voz muy finita con una pequeña sonrisa en los labios- Prométeme por favor que seguirás siendo la misma Miley que conozco.


-Te prometo, pero por favor respira, respira mi amor- decía mientras esas aguas saladas corrían sobre mi mejilla, ¿No era que los vampiros no lloraban?, mira 
Demi  mira princesa todo lo que tu me haz hecho sentir, sentimientos y emociones que jamás creí aprender las he aprendido todas contigo, no puedes irte ahora, no puedo dejarte ir, no puedo Demi, no puedo mi amor.
-Te amo Miley- dijo entre jadeos de dolor.
-Yo te amo más que a mi vida 
Demi  por favor - dije mientras movía su cuerpo despacito por la desesperación que tenia.

De su boca solo salían jadeos de dolor, me miro una vez más, mientras sus ojos se hacían cada vez más pequeños, la bese tiernamente mientras lloraba desesperadamente. La besaba mientras un nudo en la garganta se incrementaba, mientras ese dolor oprimido en el pecho aumentaba.



Ella ya no hablaba y ya había dejado de respirar, toque su pecho con miedo con terror, con una desesperación impresionante. No habían latidos la había perdido.
-No- grite furiosa, rabiosa en un grito que en todo el campo abierto se escucharía.
-Dime que no por favor háblame, háblame 
Demi-  dije desesperada mientras movía su cuerpo como si eso la pudiera hacer reaccionar.
-Mi amor- seguí hablando insistente- No por favor- decía entre susurros, mientras lloraba desconsoladamente sobre su cuerpo.

Esto es un error, esto no puede ser real, yo debo seguir soñando en el sarcófago, esto no puede ser real, 
Demi no puede estar muerta. No puedo haberla perdido.

¿Que mierda voy a hacer sin sus ojos sobre mi?, que carajo voy a hacer sin su sonrisa acariciando mi alma, sin sus cálidas manos reviviendo mi piel.

¿Por qué no vuelvo a morir?

Cuantos sueños dejaste a la a deriva ángel de mi vida, cuanto dolor dejaste clavado en mi cuando cerraste los ojos para siempre. Me faltaron miles de palabras, me faltó hacerte miles de promesas, me falto abrazarte más veces, me falto demostrarte en una noche más que mi vida y mi ser eran tuyos, ahora todo ha quedado tan inconcluso, ahora todo es tan doloroso y esas estrellas que en un instante parecían la salida para un sueño, el comienzo de la paz y la felicidad para las dos ahora me parecen oscuras, siniestras y sin brillos.

Todavía no entiendo nada 
Demi  todavía sigo abrazándote fuertemente como si eso pudiera hacerte volver a mi, como si eso pudiera calmar las lagrimas que caen por primera y única vez de mis ojos, no sé que siento, porque ya no siento nada, me ahogo en el dolor, me duele el pecho y ni heridas poseo.

Cuantas preguntas renacieron ahora en mí.

¿Como podre hacer para sobrevivir?, ¿como hare para ver el mundo como tu me enseñaste?

Quisiera preguntarme que se siente realmente cuando lo pierdes todo. ¿Esto es lo que sienten los humanos cuando su corazón es ametrallado, es lastimado, es devastado por embestidos espasmos de dolor?

Estoy sola en el mundo una vez más



Hemos marcado nuestro amor con sangre, con pasión, con dolor, con inseguridades, con lágrimas.

(…)

Me levanto en seco con el dolor oprimido en el pecho; sin olvidar quien había sido el causante de todo mi calvario, la alce una vez más mientras secaba tímidamente mis lágrimas y trataba de exhalar profundamente aire.

Solo basto encontrarme con su mirada y sus pensamientos de satisfacción para que mi rabia se desatara.

Dimitri, Gian y Alec estaban peleando contra él cuando me acerque rápidamente y los tres se corrieron, leí en su mente la tristeza la furia el resentimiento por la muerte de 
Demi  eso los mantuvo luchando.
-Vamos no me mires de esa forma- decía entre risas - en fin y cuentas te ayude a salvar tu pellejo por la profecía.

No le conteste y con toda la ira dentro de mí me acerque rápidamente, esquivando sus golpes. le arranque fuertemente unos de sus brazos de la forma más brutal del mundo mientras Lion gritaba desesperado.


-Sabes quién mierda soy - dije violentamente mientras le golpeaba en el rostro.

Con la estaca se 
Demi  le empecé a clavar rápidamente embestidos golpes en el estomago sin que el pudiera reaccionar.
-Te voy a cortar en pedazos y quemare de tus restos- dije mientras arrancaba violentamente otro de sus brazos.
-Por favor - decía el jadeante de dolor.
-Me sacaste la vida, me sacaste lo único bueno que tuve en la vida - dije mientras clavaba mas fuerte la estaca de 
Demi en su parte abdominal - No puedo tener compasión contigo - dije mientras marcaba y apretaba fuertemente la estaca sobre su entrepierna.

Dimitri como si leyera mi mente me paso un encendedor mientras de su mente solo leía ira.

Lion estaba desesperado, acongojado de dolor y me encanto, me encanto verlo sufrir como sufrió la mujer de mi vida al morir.

¡Me encanto, me encanto!

Pero aun así no pude calmar mi dolor y mi ira.

Le cause mucho dolor con la cabeza, mientras quemaba sus piernas, mientras veía como se incendiaba su cuerpo, disfrute escuchar sus quejidos de dolor al ser quemado.

Jamás había matado de una forma tan horrible a una persona jamás lo había hecho, pero él se lo merecía.

Es este momento en el cual más que nunca me gustaría cerrar los ojos y hacer de cuenta como si nada hubiese pasado, es en este momento que necesito más que nunca poder ver otra vez sus ojos verde azulados clavados en mí.

Yo te necesito 
Demi  te necesito como el aire para respirar, te necesito porque sin ti quiero volver a dormir una eternidad.

Quisiera que esto fuera un sueño, una pesadilla tal vez, prefiero estar encerrada en ese sarcófago sin el cerebro vivo para no sentir esto que me recorre estrujandome el alma que no tengo y revuelve con espasmo mi estomago.

Los vampiros no sentimos, porque somos seres fríos y viles. La mayoría de nosotros reactivamos nuestro instinto asesino; yo he nacido sin conocer el lado humano y solo junto a ti he podido conocer todas las emociones que nadie me habría podido enseñar.

El mayor temor de mi vida, mi único temor se hizo realidad.

No quiero abrir los ojos, no puedo abrir los ojos, porque ver tu cuerpo allí ensangrentado, sin vida me podría matar del dolor, este es un dolor diferente de los demás, es ese dolor que no te deja siquiera caminar, que no te deja mover porque no sientes nada, como si mi cuerpo no tuviera alma y no supiese como reaccionar porque el dolor poco a poco lo consume, ni la tristeza y el dolor que sentí aquella semana en que me torturaste en ese lugar se comparan con lo que siento en este momento.

Es por eso que no quiero abrir mis ojos, no quiero toparme con la realidad.

Cuantas palabras me falto decirte ángel mío, me falto darte todo, porque conmigo solo obtuviste dolor, yo con estas manos acabe con tu familia y yo con mi amor acabe con tu vida.

Después de permanecer un tiempo con los ojos cerrados y con la estaca de 
Demi apretada en la mano, abro mis ojos, porque ya me duelen los parpados de mantenerlos cerrados.
-Miley, lo siento- dice suavemente Nicholas al toparse con mi triste mirada.
-No más que yo- murmure mientras cargaba su cuerpo entre mis brazos.

Lo sabia no podría aguantar, caí de rodillas con su cuerpo entre los brazos, mientras mi rostro se pegaba en su cuerpo, quise recordar y aspirar el olor a oliva de su piel por encima del olor de su sangre que impregnaba mis sentidos y hacia latir apresuradamente el corazón que no tengo.
-Siempre la recordaremos como un héroe- musito Dimitri en lugar de los otros dos.
-Fue más que eso- dije entrecortada, las lágrimas tendrían que salir, pero no pudieron salir.

"Es ahora que quiero dormir para siempre, porque mi razón, mi luz se fue para siempre. Pero hice una promesa."



(…)























Un tiempo después



No he vuelto a la mansión clandestina; ni tampoco se puede decir que viva como un humano.

Estoy viviendo en un loft pero no salgo de día, lo hago solo de noche para cazar a mis presas, he vuelto a consumir sangre humana, pero de personas seleccionadas, con mi habilidad de leer la mente selecciono a los "Inframundos" a los asquerosos que viven en estas tierras, a los violadores, asesinos, violentos entre otros.

No se puede decir tampoco que me he convertido en la misma Miley de siglos atrás por consumir sangre, ya no siento la desesperación como hacia siglos, es un medio para subsistir; cuando en verdad ya estoy muerta en vida.

Su muerte fue esa apuñalada en el corazón que me paralizo el mundo, que me derrumbo otra vez, solo hacia horas que me habían revivido para sacarme lo que mas quería.

Soy consiente de que jamás en mi vida conoceré a una persona como 
Demi que mueva en mi esas emociones que jamás creí conocer.

Ella aunque hiciera simples cosas, para mí siempre han sido y serán complejas.

Puedo reprimir todo este dolor, pero al reprimirlo seria igual que aquellos vampiros que la intentaron matar y yo le prometí que sería la misma Miley y esa Miley tiene un poco de sensibilidad y quiero cumplirle, por todo lo que ella me dio.

A veces me cuesta respirar, a veces el recuerdo me lastima tanto que siento mi corazón desbocado, hay veces que deseo romper la tranquilidad y volverme destructora.

Todavía me duele recordar como esa noche la cargue por el medio de ese campo desierto entre los brazos sin dejar de mirar su cuerpo.

La cargue por todo ese campo de Australia, hasta sentir el sol acariciarme el rostro, en ese momento solo quería que el sol pudiera quemarme y hacerme polvo como a los demás vampiros.

Trajimos el cuerpo de 
Demi  por contactos personales de Dimitri y apenas pisar New York busque los datos precisos en donde enterraron a su familia y descanse su cuerpo junto a ellos, se lo debía y es lo que ella hubiese querido, descansar en paz junto a ellos.

Es en este momento en el cual me pregunto en que dimensión se encuentra y si sus palabras de que volvería a aparecer en una siguiente vida (para los humanos) era real o lo decía por alucinación.



Creo en la reencarnación, no se porque creo en ella, pero tal vez me surgen tantas preguntas como ¿Por qué algunos desde que nacen sufren? Yo tal vez no lo pueda sentir porque no soy un invento de la naturaleza.

Todavía intento descifrar en esas palabras y buscar en ella una razón, una razón para no sacarme el collar e intentar que el sol me hiciera cenizas.

Se que aunque no se presentase con el mismo cuerpo yo reconocería desde lejos su alma.

Ya no me quedan sueños y si una vez aprendí a soñar fue por ella, fue porque en nuestro utópico e imposible amor encontrábamos una salida entre los sueños.

Ella me enseño a mirar el mundo diferente, un mundo de colores, de colores sin obscuridad, ella me lleno de paz la vida, lleno de luz mi obscuro y siniestro corazón, perdono mis hechos y lucho por mi amor.

¿En donde te puedo encontrar 
Demi?

No existe una brújula para encontrarte ni tampoco un libro para revivirte.

Quisiera volver a sentir por un solo instante ese aroma a oliva desprenderse de tu piel, quisiera escuchar esa voz seductora y única melodía para mis oídos, quisiera poder abrazarte y probar tus cálidos labios una y otra vez.

Siento mi cuerpo pesado mientras camino por las calles de New York, empiezo mi trabajo, voy escuchando todas las mentes de las personas.

Algunas van inquietas, felices, risueñas, mientras en otras solo reina la tristeza.

Camino lentamente con las manos en los bolsillos de mi saco largo de paño, hasta que escucho el pensamiento peculiar de una adolescente que escuchaba música a todo volumen en su ipod.

"Ella es diferente, ella piensa diferente, ella quiere cambiar el mundo pero teme que el mundo la cambie y que se vuelva estúpida o monótona como el resto de esa gente que camina a su alrededor."

Me sorprendo por la profundidad de sus pensamientos, es una chica de esas de alta sociedad, es una de esas personas correspondiente a la minoría que ve las cosas diferentes.

Le falta tanto, todavía le falta el golpe que la sacuda y le muestre como son realmente las cosas en este mundo, y yo tengo la esperanza de que no pase, ya que esas pequeñas minorías son tan diferentes que las hacen únicas.

Sus pensamientos me recuerdan a las palabras que 
Demi me profeso una vez, en la mansión. "Que si en el mundo no encuentras la felicidad, si no encajas en él, si no encuentras razones para vivir, entonces búscalas en tus sueños".

"Sueño con un mundo, en donde todos podamos mirarnos sin juzgarnos, un mundo sin fronteras para el amor, un mundo sin colores, en donde los únicos colores sean los sueños.

Temo perderme en mis sueños, aquellos sueños que me dan las fuerzas para seguir adelante.

Es por eso que busco detrás de las estrellas una inspiración, la fuerzas para seguir adelante, quiero cambiar el mundo, pero temo que el mundo me cambie, temo volverme monótona para adaptarme a este mundo cruel y superficial.

Es por eso que busco en mis sueños la paz, una paz que jamás reinara en estos pedazos de tierra.

Prefiero naufragar una eternidad en mi mente, quisiera lograrlo, quisiera hacerlo para no ver el dolor, para no sentir el desasosiego que me invade al ver la obscuridad de este mundo… Y temo, temo convertirme en una mas, en una de esas masas que ya ni sus convicciones recuerda. Quiero cambiar el mundo pero temo que el mundo me cambie."

Que bellas palabras para un cuerpo tan pequeño si todos pensaran o fueran como ella, las cosas no serian como son ¡Las cosas serian mejores!



Sin darme cuenta la sigo desde lejos, con la mente puesta en sus pensamientos tan inspiradores, que podrían ser poesías para un escritor sobre "la tristeza o mas bien la realidad"

Pasando por una gran plazoleta, un hombre la embestía, leo en su mente perversión, cosas que me dan asco y repugnancia por la virilidad.

Ella trata se zafarse de sus brazos pero no puede, es entonces que me acerco por detrás y lo golpeo fuertemente.
-Corre - fue lo primero que dije al ver sus ojos grises asustados.

Ella no pestañeo, corrió con temor, con desesperación de allí.
-Tú - dije violentamente mientras lo alzaba del cuello.

Ese ser repugnante mostraba miedo, desesperación al ver mi rostro totalmente convertido.
-¿Que eres? - grito exasperante.

Fue solo un instante, ni siquiera quise morderlo, sino que lo desnuque y cuando estuve a punto de consumir de su sangre, me dio tanto asco, tanta repugnancia que lo deje allí tirado y corrí sin mirar hacia atrás.

Yo no era un héroe, ni tampoco un villano, era una ridícula bestia acongojada de dolor, una inmunda bestia débil y dolorosa.

Después de esa noche, no he vuelto a consumir sangre humana, me daba asco consumir la sangre de aquellas personas asquerosas y me daba culpa consumirla de la gente inocente. Pero si seguí haciendo justicia por mano propia, seguí limpiando la suciedad del mundo, como si eso fuese una tarea, una labor o algo que me daba una razón para hacerme sentir la luz que solo con 
Demi había visto.

No soy un héroe repito, porque los héroes no tienen obscuridad.

Al principio fue muy difícil abstenerme a la sangre humana, me quemaron y dolieron los pulmones pero en poco tiempo volvía a sentirme la misma, volvía a hacerme irrelevante la sangre y solo me mantenía con la sangre de los animales.



Con el tiempo aprendí a vivir con su ausencia, sin olvidarla un solo segundo, pensando que tal vez se sentiría un tanto orgullosa de mi, me seguía doliendo como siempre, pero ya no sentía tan fuerte esa opresión en el pecho.

¿Esa noche ella me pidió que la recordara? y es que aunque pasase un siglo no te podría olvidar 
Demi, no podría hacerlo.









(…)

Pasaron muchos años, décadas para ser exacta para que sucediera, para que sus palabras fueran creídas por mí.

Todo sucedió de repente, como en esa noche.

Yo caminaba tranquilamente por las calles de New York, mientras sentía la briza cálida del sol acariciarme el rostro.

Esa mañana estaba de un bárbaro humor, presentía que algo bueno me iba a pasar y así fue.

Caminaba alrededor de mucha gente como si fuera una persona más. Caminaba viendo el horizonte cuando sentí un cuerpo chocar con el mío, desde el primer instante sentí un escalofrió recorrerme sin siquiera mirarla la ayude a levantarse, no podía leer su mente algo que me desespero, cuando levante la vista casi me desmayo por la conmoción.

Era ella, era 
Demi era la imagen viva de Demi,  me frote levemente los ojos con temor, pensando que seguramente no era más que un sueño, era la viva imagen de Demi  solo que tenía algo diferente, un lunar al costado del mentón un pequeño lunar que Demi no tenia, iba vestida de una blusa floreada estilo retro, unos jeans y unas sandalias, le daba un estilo jovial y dulce.

Tuve mis dudas, por eso con la mano la ayude a levantarse.
-Lo siento - dije nerviosa, por la felicidad que me inundo.

Nuestras miradas se conectaron por un momento sin que yo pudiera soltar su mano.

No sabia de que hablarle, no sabia que hacer, jamás me puse a repasar en la mente que haría o sentiría en un momento así, porque dentro de todo jamás creí del todo en eso.

Ella soltó bruscamente mi mano con las mejillas sonrojadas, me hizo acordar tanto a 
Demi  aspire profundamente aire, nerviosa, ella se dio media vuelta y se disponía a irse, yo pensé que era solo una persona parecida a Demi ya que si fuera ella me reconocería al instante y cuando estaba a punto de girarme tristemente, escuche su voz
-¿
Demi?- dijo con un tono de desconfianza, con un rostro lleno de extrañeza y nerviosismo.

Dios ella no es una persona más parecida a 
Demi, ella era Demi.

Nos quedamos viendo unos segundos, cuando sentí el valor y corrí a abrazarla. Fue entonces que sentí ese aroma a Olivia impregnarme los sentidos.
-Demi… Demi- dije conmocionada, mientras la abrazaba fuertemente.
-Miley- dijo mientras correspondía mi abrazo- ¿Tú te llamas Miley?
-¿
Demi eres tú?- dije acariciando su rostro.
-Mi nombre es Devonne- profeso serenamente- Perdona, no se de donde te conozco, pero no quise reaccionar de esa manera, mis sentidos me jugaron una mala pasada, es como si.
-Como si nos conociéramos de otra vida - inmute con una sonrisa de felicidad.
-Así es - dijo avergonzada agachando su cabeza.
-Si me permites un café te lo explicare detalladamente - dije mientras levantaba con un dedo su mentón.
-Ok- dijo nerviosa, mientras íbamos caminando juntas sin rumbo.
-Te he esperado tanto tiempo- le hable sin miedo a su reacción, sabia que ella era 
Demi, lo sabía.
-Yo he soñado con una mujer parecida a ti, es por eso que grite tu nombre, fue un acto espontaneo lo siento.
-¿Cuantas veces lo has soñado?- dije serenamente
-Repetitivamente, desde hace muchos años- dijo ella con confianza, ahora no había dudas ella era 
Demi.
-¿Son sueños raros?- cuestione, cerciorándome.
-Si, en mis sueños esa mujer era una vampiresa- expreso con el ceño fruncido.



Si esto fuera una película, las cámaras tomarían enfoque de nuestro caminar por detrás, hasta que nuestros rastros desaparecieran y la cámara tomara enfoque de un paisaje más hermoso, mientras una dulce canción suena de fondo.

"A veces los sueños pueden ser la salvación para la tristeza, el incentivo para un futuro incierto"

Ahora ni el destino nos podría separar, porque descubrimos que nuestro amor era eterno, ya no existía ninguna profecía que pudiera acabar nuestro lazo eterno.

Ella era yo y yo era ella, éramos una sola persona

Ese momento fue el comienzo de la felicidad.